Días atrás, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ironizaba -muy suelta de palabras- sobre la decisión de la Justicia de revocar los procesamientos de los extitulares de la AFI, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, por supuesta "asociación ilícita" en la causa que investiga maniobras de espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri: "Regalito de Navidad de dos jueces de Cámara Federal para Macri y su pandilla", posteó en su cuenta de Twitter.
De lo que no habla “La Jefa” es de los “regalitos” de Navidad que el gobierno que conduce junto a Alberto Fernández les dejó a todos los argentinos este año, como un presupuesto 2022 rechazado en un contexto de inflación descontrolada y una cifra alarmante de pobreza. Como corolario, cerraron con candado las puertas para viajar al exterior a aquellos que aún pueden soñar con visitar durante estas Fiestas o vacaciones a un familiar que se encuentra fuera del país.
Por un lado, alardearon con el lanzamiento del PreViaje para impulsar el turismo y por el otro, le prohibieron a los argentinos la compra en cuotas de pasajes y servicios turísticos en el exterior, medida que causó un rechazo generalizado en la población y generó que volviera a pronunciarse el adjetivo “Argenzuela” para definir el modelo de Gobierno actual.
En este escenario, la consultora Taquion monitoreó cómo se sienten los argentinos, de qué manera celebran el fin de año y qué esperan para el que viene dado este contexto político-económico adverso.
En cuanto a la mirada sobre el Gobierno, la encuesta reveló que un 71,8 por ciento de los consultados la evalúa negativamente la gestión de Alberto Fernández, y solo un 33,2 por ciento respondió que cree que su situación mejorará el año que viene.
El 45 por ciento de los argentinos dijo que "no siente que las Fiestas sean un momento de festejo", y la mitad de ellos se vieron obligados a utilizar el aguinaldo o parte del sueldo de diciembre para comprar los regalos.
El 10 de diciembre pasado, el Presidente hizo un repaso de su gestión apelando al mismo recurso de siempre: la negación. "No nos encontramos con una hoja en blanco, sino con un país que pedía pasar de página. Asumimos el desafío de poner a la Argentina de pie con el pulso firme, dispuestos a que esas páginas reflejaran un pueblo que salía adelante y que empezaba a vivir mejor", escribió en sus redes sociales.
Y agregó: “En cada firma, cumplimos con nuestra promesa de un mejor presente y un mejor futuro. 730 días con aciertos y errores y, sobre todo, con la convicción de nunca haber firmado nada que postergara a las argentinas y argentinos".
La pregunta inevitable es, ¿por qué la amplia mayoría de los argentinos está disconforme con su administración? ¿No han hecho aún una lectura minuciosa de la contundente derrota que sufrieron en las elecciones Legislativas, la cual incluso quedó plasmada en la imagen de CFK con las manos cruzadas mirando al suelo en pleno acto público?
Por más dibujo que hagan, el electorado no olvida las mentiras del vacunatorio VIP, la foto de la fiesta en Olivos durante el confinamiento, la educación relegada al último lugar y algo que se sufre día a día: los bolsillos de la clase trabajadora cada vez más vacíos, mientras siguen lloviendo planes sociales para vagos y piqueteros.