El columnista invitado
La cocina tras las elecciones

El peronismo en su etapa máxima de decisión política

Internas, pragmatismo y demás diversidades que marcan a la ideología en forma de un punto de inflexión enorme.

Por Ulises Catriel Cuenca, especial para NOVA

Pasaron las elecciones y las personas escogieron, en cada rincón del país, ejercer su poder del voto para exponer un mensaje claro: el peronismo ha sido cacheteado a mano pesada. Con el kirchnerismo como estandarte, el espacio ideológico recibió un escarmiento sin precedentes por subordinarse al régimen de Cristina Fernández de Kirchner.

La falta de liderazgos, el olvido de las mañas, la vacancia de figuras amenas al pueblo y el total olvido a la doctrina que manifestó en su tiempo el ex presidente Juan Domingo Perón, han desteñido el logotipo del Partido Justicialista. Casi como si ya no se tratase de un peronismo, más bien de una modificación de raíz.

Dentro de un armado de listas que siempre tenía de cabecilla a peronistas de vieja estirpe, han sido sustituidas en la previa de armados para las elecciones legislativas de este 2021 por camporistas, massistas y hasta quizás algún filocomunista. Aquellos que “El General” tanto combatió en la Batalla Cultural de los ’70.

Una platense sin carisma o apego a Perón como Victoria Tolosa Paz y un ex radical reciclado en Leandro Santoro, han sido la “cara” de la “unión” del peronismo. Si. Parece una broma de mal gusto, aunque fue la pura y cruda verdad. Mientras suprimidos de toda posibilidad, y hasta yéndose por la puerta de atrás, quedaron Guillermo Moreno y Santiago Cúneo.

Si se visualiza la vereda del frente, en donde aparecía Juntos, la “evita amarilla” María Eugenia Vidal y el ex afiliado justicialista Diego Santilli comandaron la oleada populista a lo largo y ancho de la provincia y ciudad de Buenos Aires. Casi como si hubiese encontrado la fórmula perfecta para entender la manera de cautivar a ese votante que aún extraña la voz de “El General”.

Mientras de un lado hablaban de “garchar” y “sarasa”, por el otro se esforzaban por mensajes de “la mujer”, “el trabajo” y “la juventud”. “Dime con quién andas y te diré quién eres”, se remarca un refrán.

El resurgir del radicalismo

Con el PJ durmiendo la eterna siesta al fiel estilo del ex entrenador de Boca Juniors, Carlos Bianchi, la Unión Cívica Radical tomó los guantes y comenzó a realizar ajustes en cada uno de sus sitios. En primer lugar, renovó a sus dirigentes, sin soltar a los experimentados de siempre, dejando su tridente ofensivo: el diputado provincial Maximiliano Abad, el legislador invicto Alfredo Cornejo y hasta el gobernador jujeño Gerardo Morales.

A su vez, se podría visualizar que Juntos ha empezado a tomar nota del lugar cada vez más amplio de la UCR en el interior de cada victoria. A tal punto, de que se puede notar una gestación plena para que Argentina comience a teñirse de morado. ¿Un próximo Presidente de la Nación radical en 2023?

No habría que escatimar en ello, entendiendo que si bien Mauricio Macri se vendió como el primer mandatario “no peronista” en gobernar el país. La realidad indica que fue un afiliado justicialista, le lanzó flores al tercer Gobierno de “el General” y hasta Cambiemos contaba con cierta “pata” mínima del PJ.

¿Qué le queda al peronismo para el 2023?

No sería nada innovador reflejar que el peronismo se encuentra pensando qué desea o anhela de cara a lo venidero en las elecciones presidenciales del año 2023. En donde aún le queda para este 2021 el sufragio para dirigentes nuevos, en donde se encuentra un legislador Maximo Kirchner queriendo torcer el panorama hacia su paladar socialdemócrata.

Peronistas tradicionales saben que no pueden volcar nuevamente en manos de alguien que no dictamina “Las 20 verdades peronistas”. Ya que, no debe haber lugar para aduladores de Néstor Kirchner por encima de Perón, casi como si se tratara de imponer el Nuevo Testamento por el antiguo.

Una mal pisada podría descarrilar y terminar con una sorpresa en la próxima contienda electoral del país. Porque desde el otro costado ya han sabido mermar en una misma alianza a dos facciones reaccionarias entre si, para que unos acompañen a sus enemigos en ese slogan de “unidos para sacar la Argentina hacia delante”.

Por ejemplo, algunos ya pueden oler una dupla peronista entre Miguel Ángel Pichetto y Jorge Macri para hacerse con la gobernación de la provincia de Buenos Aires, a cambio de entregar de la fórmula presidencial a Cornejo con Patricia Bullrich. Resulta pronto, pero la política está 4 pasos adelante del pueblo siempre.

Ante todo lo referido, tan solo queda preguntarse acerca de qué futuro pregona el peronismo y hacia donde se inclinará. Si se mantendrá en la representación de un Todos que sujeta como líder al kirchnerismo, retrotraerá las viejas añoranzas del menemismo en las filas liberales o bien dará un giro de 180 grados hacia el tradicionalismo en Juntos.

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