
Los efectos de la pospandemia son visibles en el día a día de las personas y también afecta la vida profesional; la situación sanitaria mundial invadió la vida de todas las personas y la de los argentinos no fue una excepción.
Adecco Argentina realizó un estudio a más de 2000 personas para saber cuál es la situación con relación a los resultados de la pandemia y cómo manejan el estrés que conlleva.
😣💼 TRABAJO Y PANDEMIA
— Conexion Mirador (@ConexionMirador) April 29, 2021
Según el relevamiento de Adecco Argentina, 8 de cada 10 argentinos aseguraron que cada vez es más difícil conseguir un trabajo, mientras que el 87% de los consultados tuvo que ajustar sus gastos y un 97% consideró que su salario ya no rinde como antes.
Entre los encuestados, el rango de edad que resalta es el de 25 a 40 años que conforman el 64 por ciento del total. Ante la pregunta de si recibieron algún apoyo psicológico o de algún profesional, el 85 por ciento del total de los encuestados respondió que no, el 15 por ciento que sí recibió apoyo externo, y en su mayoría fueron consultas psicoanalíticas.
Al ser consultados si la pandemia ha implicado una invasión en la vida privada, las respuestas afirmativas coincidieron en el 62 por ciento, mientras que para el 38 por ciento restante la pandemia no infirió en su vida personal. La vida de este último año y medio se modificó bastante, entre hábitos y costumbres, tanto a nivel personal como familiar en algunos casos.
Otro dato interesante que recogió el estudio es que al 47 por ciento de los encuestados les resulta difícil conciliar el sueño, mientras que el 53 por ciento menciona que puede dormir normalmente.
Entre los efectos del home office está el deseo de quedarse durmiendo un poco más, el 29 por ciento de los encuestados contestó que le pasa algunas veces de sentir un fuerte deseo de no querer levantarse para empezar el día, 17 por ciento contestó que este deseo es recurrente y el 11 por ciento dijo que le pasa esto todos los días, mientras que el resto de los encuestados afirmó que le pasa pocas veces o nunca.
Pasar tanto tiempo dentro de la casa puede generar nuevas conductas o respuestas: ¿Más o menos sensibilidad con las personas? El 27 por ciento respondió que a veces se presenta más insensible con la gente, mientras que el 30 por ciento dijo que nunca y el 13 por ciento pocas veces.
Otro de los efectos del encierro puede ser tener más tendencias de las habituales sobre algo; es por esto que el 83 por ciento de los encuestados afirmó que actualmente tiene una tendencia más de la habitual hacia la comida, el 20 por ciento para fumar y el 15 por ciento para beber.
Con relación a la organización familiar, al tener que permanecer todos en casa, los cambios de hábitos y la readecuación de la vida cotidiana, el 24.79 por ciento respondió que debió modificar la mitad de sus hábitos, seguido del 15.48 por ciento que expuso readecuar más de la mitad de sus hábitos de vida “normal”.
A la pregunta de respuesta libre sobre cómo se redistribuyeron las tareas domésticas del hogar, resaltan las respuestas como “mitad y mitad”, “dividimos las tareas”, “uno se ocupa de los niños y otro de la casa”, “todos ayudamos”; cuestiones que posiblemente mutaron con la pandemia y la necesidad de permanecer en casa.
En conclusión, como ya es sabido, la pandemia trajo infinidad de cambios en el mundo laboral y personal, y los mismos seguirán evolucionando con el paso del tiempo. El foco pasó inevitablemente de las horas a la productividad, y las tareas del hogar se reparten entre la escuela de los niños, el estudio, el trabajo y el necesario tiempo de descanso.