
El gran duque Guillermo de Luxemburgo cumplió 40 años. Su día lo pasó con la princesa Stèphanie de Lannoy y Charles, de un año de edad.
El Príncipe vive una bonita historia de amor junto a Stèphanie, única heredera consorte europea con título nobiliario de nacimiento. La pareja, que lleva casada 9 años, se muestra igual de enamorados que el primer día en los actos en los que participan, así como en los viajes oficiales en los que representan a su país.
Guillermo de Luxemburgo cumple 4⃣0⃣ años en el momento más dulce de su vida. https://t.co/C3WMaWzMqu
— Revista ¡HOLA! (@hola) November 11, 2021
El 26 de abril de 2012, Enrique y María Teresa de Luxemburgo anunciaron el compromiso de su primogénito, el príncipe Guillermo, y la condesa Stéphanie de Lannoy.
A los pocos meses, el 20 de octubre de ese mismo año, la pareja se dio el "sí, quiero" en la Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo en una preciosa ceremonia que tuvo como testigos a miembros de las Casas Reales de todo el mundo. Aunque las celebraciones habían comenzado el día anterior con una ceremonia civil y familiar y una cena de gala llena de brindis, alegría y emociones.
Desde ese momento, los luxemburgueses desearon que la pareja, que cada día es más querida por los ciudadanos, colmara su felicidad con un hijo, un sueño que se hizo realidad el 10 de mayo de 2020 con la llegada al mundo del príncipe Carlos, quien se ha convertido en el centro de la vida de sus padres y de todas las miradas en sus apariciones públicas, robando el protagonismo a los presentes.
El pequeño Charles, que cumplió un añito el pasado mes de mayo, vino al mundo en la maternidad de la gran duquesa Carlota de Luxemburgo, a cuyas puertas lo presentaron emocionados los grandes duques herederos escasas horas después. Gracias a los numerosos actos a los que ha acudido con sus padres, hemos podido ser testigos de la evolución del pequeño quien ha conquistado a todos con su espontaneidad, su constante sonrisa y su carácter tranquilo.
Charles es un bebé adorable que, aunque tardó en llegar más de lo que les hubiera gustado, cambió por completo la vida de los Príncipes que ansiaban convertirse en padres.