Es que Tartagal, es la base estratégica de todo el departamento General San Martín, el tercero más grande de la provincia en cantidad de habitantes, y fue un territorio en el que el oficialismo actual no tuvo muy buenas actuaciones. Todo lo contrario, se trata de una tierra que estuvo dominada por mucho tiempo por el Partido Justicialista, luego pasó a ser “Tierra de Osos”, pero no por un parentesco con la película animada, sino porque predominaba la supremacía de Sergio “Oso” Leavy, y ahora divide votos entre los pocos kirchneristas que quedan, el saencismo y la Unión Cívica Radical. Casualmente, el actual intendente llegó representando a esta última fuerza política con la que fue diputado provincial, formando un bloque de “amiguis” con Héctor “Carozo” Chibán.

Desde el norte aseguran que Mimessi sería el encargado de susurrarle al oído al ejecutivo provincial quién podría ser un “buen” interventor para Salvador Mazza. Y es que la situación en la localidad fronteriza no es la más, digamos, acorde para que se lleve a cabo la imposición de un funcionario que lleve las riendas del municipio, sobre todo teniendo en cuenta la crisis institucional que está atravesando la ciudad tras los múltiples y multimillonarios allanamientos al intendente, la negativa del Concejo Deliberante de aquella localidad para la intervención, la asunción interina de la presidenta del cuerpo legislativo como jefa comunal, y la aparición de denuncias públicas contra ésta por haber solicitado el IFE en 2020, lo que consideró una jugada política al igual que otros ediles quienes , en su mayoría, se oponen a la intervención.

A pesar de esto, la estrategia avanza firme y este martes serán los diputados quienes decidan si se interviene o no a la Municipalidad. Teniendo en cuenta la mayoría oficialista dentro de la Cámara de Diputados, se supone que será un trámite, por eso esta visita al norte en las últimas horas. La estrategia, con Mimessi de aliado, sería poner a algún ex candidato que conozca la zona, y que en lo posible no esté relacionado con Rubén Méndez y su banda delictiva (según la carátula de la justicia) para llevar “la fiesta en paz” hasta diciembre del 2023.