
Por Noël Gibelli (*), especial para NOVA
Según Wikipedia la gratitud es un sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o recibirá.”
Pero ¿qué impacto tiene en nuestra vida el tomar una actitud de agradecimiento?
En mi trabajo como comunicadora, todos los días existe la posibilidad de tener la fortuna de dar, aportar algo a los otros y así también la bendición de recibir y de agradecer por ello.
La gratitud como experiencia cambia nuestra vibración, nuestra energía y al vincularnos con el agradecimiento sincero corremos el maravilloso riesgo de sentirnos en paz y practicar una actitud más positiva.
Enfocándome en todo lo que me dan mis compañeros de trabajo, los artistas que entrevisto a diario, mi familia, mis amigos, los conocidos, las posibilidades de hacer realizad mis sueños , esos que acuno en el corazón desde pequeña, puedo sentir que mi vida es abundante en amor y abandonar esa idea de ver media copa vacía.
Si aparece la grata posibilidad de ayudar a alguien, lo hago dando las gracias porque la vida me puso en el lugar del que “da” y no en el lugar del que necesita la ayuda.
Si soy aquella que necesita, agradezco la fortuna de que haya alguien ahí para saciar mi carencia.
Incluso encuentro mucho sentido al agradecer aquello que me resulta en un primer momento doloroso porque agradeciendo lo que sucedió transformo el dolor para dar lugar a la sanación.
La vida me regala a cada paso maravillosas razones para agradecer y siento que la gratitud destierra a la queja y nos llena de luz.
Quisiera invitarlos hoy a agradecer por aquello que sí tenemos, por las pequeñas cosas que hacen posible nuestra existencia en este mundo.
Hoy estar con vida, ser dueños de un corazón que late, es un gran motivo para agradecer. Despertar y que el sol ilumine nuestra mañana es también sinónimo de vida y una enorme razón para dar las gracias.
A cada paso que damos desde que amanecemos, hay millones de cosas que damos por sentadas porque están ahí y a veces no las valoramos porque no las reconocemos.
Los invito a tomar conciencia de las riquezas que habitan nuestro mundo cotidiano, la cama calentita en donde pasamos la noche, el alimento que ingerimos para poder comenzar con la jornada y lo que yo considero humildemente el patrimonio más gigante del planeta que son aquellas personas amorosas que entran y salen de nuestra vida dando un aporte generoso de amor, de ideas, de motivación, de alegría y hasta aquellos sucesos inesperados como la sonrisa que puede regalarnos un niño absolutamente desconocido en la calle, se agradece.
No me digan que no les cambia la energía… ¿Hay acaso alguien que pueda resistirlo?
Hoy agradezco la vida y agradezco esta maravillosa oportunidad de estar escribiendo esta columna que en breve será leída por todos ustedes.
Vibremos en agradecimiento, seamos un poco más positivos, veamos más las similitudes que las diferencias.
La paz empieza en mí, la paz comienza con vos.
(*) Actriz-Publicitaria-Conductora.