Su bajo perfil le permite desenvolverse en los más variados ámbitos y sentarse en las más diversas mesas políticas. Cuenta con la confianza de hombres de primer nivel y con la información de mucho de lo que pasa en la política a nivel nacional, provincial y municipal.

Sus análisis y comentarios son sesudos, interesantes y jugosos, a veces insólitos, pero seguramente atraparán el interés de los lectores deNOVA.

- Hola Enmascarado. ¿Al final terminó todo en orden en el PJ?

- ¡Buen día! En orden para la gilada. La imposición de Máximo Kirchner no cayó nada bien entre los intendentes, que además tuvieron que sobreactuar su acompañamiento para no perder los fondos de nación y provincia, de los que dependen en medio de la crisis sanitaria.

- Nunca deja pasar una usted. Pero no entiendo cuál es el interés repentino del kirchnerismo por el partido que siempre despreció.

- No, no te confundas. No se trató de desprecio, sino de utilizar al PJ según las estrategias que se imponían en cada momento histórico. Néstor Kirchner creyó primero que la estructura partidaria era una carga y se la quiso sacar de encima.

- Pero después fue por la conducción...

- Claro. Cuando se dio cuenta que todo el progresismo que sumó al Frente para la Victoria, con Martín Sabbatella, Ariel Basteiro y los movimientos sociales, no era suficiente, debió volver a las fuentes.

- Como clase de historia política estuvo buenísima, pero ¿qué tiene que ver eso con el PJ bonaerense y Máximo Kirchner?

- Que llegó el momento del volver a mirar al justicialismo como la herramienta de construcción política electoral y el hijo de Cristina Kirchner es desde siempre un potencial candidato desde el sector más duro y a como están las cosas puede jugar tanto en la provincia como a nivel nacional en 2023.

- Le hago la misma pregunta de siempre: ¿Alberto no va a poner candidatos, Enmascarado?

- Te doy la misma respuesta. El acuerdo de Alberto Fernández con CFK no incluye ni armado propio ni reelección. En principio, el “delfín” del presidente sería Sergio Massa y el kirchenrismo esperaba contar con Axel Kicillof, pero después del fracaso de la gestión, con suerte si lo bancan para una reelección. Por eso, Máximo quiere estar preparado y controlar el PJ es fundamental en esa estrategia. Además, ya tiene hasta compañera de fórmula.

- Apa, siempre con alguna bomba...

- No tanto, pero el nombre de la compañera de fórmula del hijo de la vicepresidenta te va a dejar en claro que el kirchnerismo va a buscar competir con los propios y sin lugar para acuerdos que excedan lo legislativo. Además, se trata de una dirigente que como Máximo, puede ser candidata tanto a nivel provincial como nacional.

- Me está matando la ansiedad, Enmascarado. Dígame el nombre por favor.

- Se trata de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que no logra poner de pie la gestión y empieza a buscar nuevos horizontes porque será muy difícil que incluso este año mantenga la cohesión interna en el Frente de Todos a nivel local. Además, es una camporista de paladar negro, que pasa todos los filtros K y en definitiva es una “buena candidata”, siempre mirándola con la óptica del cristinismo, que viene por todo.

- ¿Esto ya es público, Enmascarado?

- No, claro que no. Pero las negociaciones están más que avanzadas. El objetivo de la mesa chica K es no perder el tiempo en cuanto se lance la carrera ejecutiva apenas después de las elecciones de este año. Por eso, con Máximo presidente del PJ, solo resta que comiencen a instalar provincial y nacionalmente a Mendoza como otra de las protagonistas de esa espacio.

- Brillante como siempre, Enmascarado. Gracias por tanta información.

- De nada mi amigo. Hasta la próxima vez.