Uno está conformado por intereses externos, que operan con organismos, tales como, la CIA, la DEA, bancos, fundaciones, embajadas etcétera, y colaboradores locales comúnmente denominados cipayos.

Con este grupo, pero por otro andarivel, opera el FMI, la FED, las bancas, los fondos de inversión, y otras yerbas.

Aquí también forma parte el mal denominado campo, porque en realidad son los grandes terratenientes de miles y miles de hectáreas productivas, asociados a grandes pooles de siembra, a exportadoras internacionales, a agro negocios que se han adueñado de las semillas y su genética etcétera.

También se suman a este poder, grandes empresas industriales, grandes empresas proveedoras del consumo cotidiano, de construcción, farmacéuticas, de servicios esenciales, mineras, etcétera.

Todo esto protegido y estimulado, por un enorme y asfixiante monopolio de prensa, que opera día y noche, mintiendo, desinformado y operando, para engañar y confundir al pueblo.

Este poder también ha sumado y prostituido a la Justicia y a una parte importante del poder Legislativo.

Todo esto representado por un gran frente de partidos liberales que se denomina Juntos por el Cambio, y otras expresiones menores de ultraderecha.

Este poder tiene como objetivo el lograr el mayor lucro posible, apoderándose de nuestros recursos naturales, de nuestro mercado interno, de nuestros servicios, etcétera, al menor costo posible. Por ello postula un Estado pequeño, que solo se ocupe de darle seguridad a sus emprendimientos y que abandone todo gasto, como la Salud Pública, la Educación Pública, la Acción Social, las Jubilaciones, los Derechos Laborales, la ciencia, la tecnología, es decir el progreso, etcétera. Pudiéndose así eliminar la totalidad de impuestos que conforman, el capital que el pueblo tiene para vivir dignamente y progresar en paz y armonía.

El otro grupo, es el Frente de Todos, que es un Movimiento Nacional y Popular, conformado por peronistas de (Juan Domingo) Perón, de (Néstor) Kirchner, con radicales de (Hipólito) Irigoyen, de (Ricardo) Alfonsin, con socialistas, con sindicalistas, con empresarios nacionales, con movimientos sociales, etcétera, resumiendo: con patriotas.

Que luchan por la soberanía, la justicia social, por los derechos laborales, por el pleno empleo, por la jubilación, por la gratuidad de la salud y educación, por el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, por re instalar una justicia y una prensa, ambas independientes.

En una palabra, uno es el poder financiero, colonial, explotador del hombre a favor del lucro, tiránico, sin alma, sin dios.

Y el otro es el poder popular a favor de la Patria y su sueblo.

Lo que se vota en noviembre es: o el pueblo conserva su poder político y lo incrementa, votando al Frente de Todos. O el pueblo entrega su poder político al grupo que quiere despojarlo de todo derecho social, laboral, jubilatorio, humano, para esclavizarlo y quedarse con todo lo suyo, votando a Juntos por el Cambio o a sus satélites como (Javier) Milei o (José Luis) Espert o a algún partidito provincial, sin ideología, que se termina entregando al mejor postor.

El pueblo decide su futuro.