
En el mundo de hoy está todo inventado y lo que no, siempre tiene una similitud con otra cosa, pero prácticamente todo existe y lo que el hombre y la mujer han creado son una maravilla.
Ante estos hechos, se puede decir que puede haber una excepción a la regla, básicamente en casos puntuales donde las personas particulares o distintas, dejan una huella.
El letrerista o pintor debe ser un asiduo conocedor de la ortografía, de la lengua, de la literatura o simplemente tener memoria visual.
La particularidad puede existir en casos como una persona sin audición, sin vista o con el habla desmejorada o con problemas de dicción. Es por eso que el “Juanca”, empleado de un taller de chapa y pintura, preguntó cómo se escribía Toyota, si con Y o con LL, y el patrón le dijo como suena.
De esa manera, los resultados quedaron a la vista y con el “Juanca” convencido de que lo había escrito de maravillas, para él suena Totoyotata.