La matrícula de la escuela se integra básicamente con chicos del barrio Asunción, y durante mucho tiempo funcionó en instalaciones de otra escuela de la zona, la número 24, hasta que en 2017 finalmente la universidad cedió el edificio ubicado en calle Larrea esquina De La Vega, dónde comenzó a funcionar debido al crecimiento de la cantidad de alumnos.

Si bien es cierto que la comunidad educativa siempre estuvo al tanto que las instalaciones no fueron cedidas de forma definitiva a la escuela 37, remarcan que luego del plan de mantenimiento que puso en marcha el gobierno anterior tras la explosión en otro establecimiento educativo de ese distrito, las llaves le fueron entregadas nuevamente y acta de por medio al director de la escuela, es decir que hay varios antecedentes que dan cuenta del destino del edificio en los últimos años.

Además los propios alumnos advirtieron sobre las condiciones en las que se encuentran las aulas que utilizan en otro edificio y a través de un video resaltaron que están cansados "del olor a gas", "del frío", "de las ventanas rotas" y "de tener que ir al baño de a dos porque la puerta no cierra", lo que evidencia un total estado de abandono, por el que apuntan por igual a Nación, provincia y municipio.

Según otra de las madres de los alumnos, “esto es así por el cambio de gobierno. Como cambió el gobierno nos quieren sacar el edificio para dárselo a la universidad”, lo que dejaría sin lugar a los 417 alumnos que ya no tendrían aulas a las cuales volver una vez que pase la pandemia.

“Si quieren hacer desaparecer a la escuela 37, que lo digan”, sentenció otra de las mamás, remarcando que aún en el marco de la emergencia sanitaria, están dispuestas a mantener la lucha en pie en reclamo de soluciones que no llegan tampoco de parte del Gobierno bonaerense.