
El aumento de peso es uno de los factores de riesgo para la salud en cuarentena. Los profesionales proponen otra “fórmula” para lograr resultados eficaces y sostenibles en el tiempo, y el confinamiento parecería ser el contexto ideal para llevarla a cabo.
Sol Vilaro, coordinadora del programa de descenso de peso de INECO explica a qué se debe este impulso: “En general, sabemos lo que tenemos que comer, pero no lo hacemos. La mayoría de las veces no comemos por hambre, sino que son las emociones las que disparan nuestra conducta alimentaria”.
Comer verduras es ganar salud: los expertos en nutrición recomiendan consumir, como mínimo, cinco porciones diarias🥬🍆🥕
— Farmacia Wuiston (@FarmaciaWuiston) August 6, 2020
El mundo vegetal debería tener más presencia en nuestra dieta cotidiana.
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Según una encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Nutrición seis de cada diez argentinos (56,9 por ciento) admitieron haber subido de peso durante la cuarentena, esto responde al estilo de vida sedentario, la actividad física reducida y el comer emocional.
La especialista recomienda el mindful eating o “alimentación consciente”, esta técnica propone comer sentados en un ambiente relajado y atender a nuestros sentidos. Concentrarse en el sabor, la temperatura o el olor que percibimos de lo que estamos comiendo.
Según la nutricionista, el tamaño del plato también puede ser un factor influyente: “Si se compara un plato grande y uno mediano, uno va a tener la sensación de que el grande tiene menos comida a pesar de que contengan la misma cantidad”.
Por otro lado, los especialistas remarcan que el cuerpo tiene memoria y que al acostumbrarnos a consumir una porción de comida determinada, en la próxima ingesta él mismo nos indicará con la sensación de saciedad.