Inesperado conflicto de intereses entre la Universidad Nacional de Moreno y una escuela secundaria provincial

Por Gustavo Ladelfa (*)
Corría sin demasiados contratiempos febrero de 2020, los directivos de la E.E.S 37 de Moreno por fin tenían de vuelta las llaves del novísimo establecimiento. Es que, tras 22 años, se finalizaba en la ciudad una escuela nueva desde cero.
@alferdez señor presidente. Se le pide humildemente su apoyo para la escuela N°37 de moreno. La cual quieren despojarnos de ella la universidad de moreno. Espero su respuesta. Att: sofia cisneros mamá de la escuela en lucha.
— Sofia (@Sofia40807253) August 23, 2020
Si bien el proyecto fue pergeñado desde antes que la administración de María Eugenia Vidal tomara las riendas de la provincia, fue preponderante la intervención de Gabriel Sánchez Zinny, ex ministro de Educación bonaerense, para que concluyera la obra en tierras donadas al municipio y de allí a la Universidad Nacional local.
El lugar, un interesantísimo polo educativo, en donde podemos ver además un jardín de infantes, una escuela de oficios, más otro de formación docente muy cerquita de las excelentes instalaciones de la casa de altos estudios.
Ahora, cuál fue el arreglo entre la Universidad de Moreno y el Ministerio de Educación de aquel momento. Eso es aún un misterio. Solo se sabe que luego de la explosión de la escuela 49, Suteba envalentonado vio la ocasión de voltear al gobierno de Vidal y enseguida encontró la manera de continuar sin clases (ya lo venían haciendo con paros reiterados desde el comienzo del año).
Los referentes locales de Roberto Baradel y la militancia directiva de las escuelas comenzaron a exigir el cumplimiento de los famosos “doce puntos”; los mismos incluían todas las reparaciones edilicias de los establecimientos que durante mas 23 años habían sido postergadas por los sucesivos gobiernos provinciales peronistas amparados en el silencio más absoluto de los diferentes Consejos Escolares (mismo color político) y de los sindicatos de docentes siempre arreglistas.
Una de esas escuelas, la EP. 13 del Barrio San José, por aquel entonces se hallaba en pésimas condiciones de habitabilidad y la decisión de Sánchez Zinny fue darle continuidad en el flamante edificio de la E.E.S 37, recientemente concluido. Y así sucedió: los chicos de la primaria 13 cursaron allí parte de 2018 y todo el 2019.
Pero, retomemos la actualidad, una vez que los directivos de la E.E.S 37 tuvieron consigo las llaves de acceso al establecimiento, los padres de los más de 400 alumnos comenzaron a mudar desde la E.P 24, distante a cinco cuadras (articulada con la E.E.S 37), todo el mobiliario indispensable para la vuelta a clases.
Fue en uno de esos días que el director de la secundaria 37 recibió un intempestivo llamado de la inspectora distrital Karina Ramírez solicitándole las llaves de entrada; el pretexto fue una serie de ajustes edilicios, unas ventanas flojas y una perdida en un caño de agua.
Es decir, sin mediar acta oficial alguna, Ramírez traspasaba las llaves desde la Dirección de la E.E.S 37 a manos del rector de la U.N.M, Hugo Andrade.
Runner con OSDE
La profesora de Historia y Ciencias Políticas, Karina Ramírez, parece moverse por su propia iniciativa, ascendida misteriosamente durante el mandato de Sánchez Zinny a jefa Regional (cargo político que no se concursa) parece dispuesta para todo servicio. Otros la sindican como el retén de los “quilombos” del distrito y excelente manejadora de la “papelería” en la ciudad de La Plata.
En sus redes sociales manifiesta con imágenes y posteos ser militante por los derechos humanos, también de Cristina Kirchner y Alberto Fernández, y por supuesto afiliada a SUTEBA. Si el hilo se cortara por lo más delgado, en este entredicho, Ramírez se ha convertido en ese hilacho.
El 4 de agosto pasado y a través de un pomposo Zoom el rector Andrade realizaba la inauguración virtual de la Escuela Politécnica dependiente de la Universidad en ese mismo establecimiento. Acto seguido agradecía sin nombrarlos a Mariano West y a su esposa Silvia Dangelo, que en el último periodo distrajo cuantiosos fondos del municipio con la excusa de ser la articuladora entre las escuelas secundarias y la Universidad.
Andrade y West se han adueñado de la Universidad, confeccionando un estatuto a sus medidas y de no mediar cambios se quedarán hasta que se jubilen o pasen a otro plano, lo mismo para la jubilada de privilegio Patricia Jorge, la ideóloga de West, que aparece con dos cargos, pero sin C.V a la vista. Se cumplieron 10 años de la fundación de la U.N.M., con esquivos resultados demostrables, matricula cuantiosa y muy pocos egresados.
A partir de ese momento los padres de los chicos de la 37 comenzaron a moverse incesantemente, recurrieron a la intendente Mariel Fernández que no los atendió, también al Consejo Escolar, y a Inspección Distrital, especialmente fueron a buscar a Karina Ramírez que jamás volvió a aparecer. En estos últimos días, acudieron al ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta y por su intermedio a la directora general de Educación y Cultura bonaerense, Agustina Vila. La única respuesta obtenida hasta ahora es que tengan paciencia y que los chicos no quedarán sin edificio. Muestran a quien quiera ver las actas de cesión de la escuela, mientras realizan una vigilia permanente, custodiando celosamente lo que creen que les pertenece.
Si la pandemia y la angustiante cuarentena no existieran, hoy este errático gobierno estaría en un verdadero problema. La comunidad de la 37 no está dispuesta a volver al edificio que compartía con la E.P 24, y la opción de utilizar la fuerza pública para desalojar, no está entre las opciones.
Se trata de una página más de la encarnizada hostilidad entre Mariano West y su ex discípulo Walter Festa, que todavía perdura, y en donde vuelven a pagar justos por pecadores. Nadie lo quiere decir, pero todos lo saben: es un enfrentamiento entre compañeros, difícil de desenredar la madeja. Esta vez los gatos en la bolsa no se están reproduciendo.
(*) Artículo publicado en Tribuna de Periodistas.