Para muchos es un problema, para otros les vino bien, pero a muy pocos, y en cambio, a una minoría, le cayó pésimo el tema del Covid-19, ya que no pudieron relacionarse sexualmente y se la tuvieron que ingeniar para satisfacer sus necesidades.
Un hombre del barrio de Recoleta, cansado de no poder ver a una mujer, decidió llevarse por los consejos de su mejor amigo y accedió a comprar a una mujer inflable por internet.
El pedido llegó y poco a poco se fueron conociendo y hasta le puso un nombre, la llamó “Milu”. De esa forma, la relación comenzó a crecer, hasta que llegó lo inesperado.
Tal como dicen en el campo, “cosa e’ mandinga”, pero otros creen que fue tomando vida. El tema es que “Milu” llegó sin panza y a los pocos días, amaneció embarazada. El hombre no se adjudica ser el padre y nadie sabe de quién es.
¿Qué sucedió? Se desconoce, el tema es que ese vínculo, se volvió más embarazoso que nunca.