“Estamos sumamente preocupados porque la situación se desmadró y no hay cómo resolverlo. En las cárceles hay más muertes en los últimos cuatro meses que en los últimos 10 años. Y el Servicio Penitenciario parece un cuartel de bomberos”, señaló Corvalán, abogado penalista.

La muerte que rebasó el vaso fue la de un nene de una mujer embarazada, recluida en la Unidad 33 de Mujeres de Los Hornos, partido de La Plata. El domingo 10 de agosto se le hizo un estudio a la mujer y al no escuchar los latidos del bebé, la llevaron urgente al hospital. Ahí, lamentablemente, recibió la peor de las noticias: el bebé había fallecido. En esa misma Unidad hay 2 mujeres aisladas como posibles casos de coronavirus.

“Eso corona un montón de situaciones”, masculló el abogado que describió el drama del sistema penitenciario bonaerense como es el caso de Florencio Varela donde “tenemos la totalidad de internos contagiados; en la Unidad 31, hay 5 pabellones aislados”, precisó.

Cuando en la cárcel de Bahía Blanca aparecieron 3 casos de Covid-19, la Comisión Provincial por la Memoria insistió en hisopar a 20 internos que presentaban síntomas y los resultados dieron positivo. Ante esa situación, en vez de aislarlos, “el Servicio Penitenciario lo que hizo fue cerrar el pabellón” con los más de 100 internos. “Una vergüenza nunca vista”, prorrumpió Corvalán.

En el penal de Campana hubo un caso de un interno de 70 años, apodado “El Nene”, que estaba con salidas transitorias y, “en vez de mandarlo a su casa para que cumpla con el aislamiento, el juez lo ingresó nuevamente a la cárcel”. El sábado 8 de agosto, falleció.

La lista sigue: en la unidad 7 de Azul, se suscitó una situación escabrosa: “el director de la cárcel llamó a los referentes de los pabellones para decirles que si alguno denunciaba que tenía síntomas, iba a ser castigado”, afirmó el abogado. En la Unidad 18 de Gorina hay 9 Internos aislados en el comedor y sin los seguimientos adecuados.

En la unidad Olmos, se estima que hay más de 30 contagiados, pero no se puede saber bien cuántos hay en total por cómo es el diseño del penal, que es un panóptico de 5 pisos, con 12 pabellones por piso, “donde nadie entra ni sale y recientemente murió un interno”.

Similar situación se vive en la unidad 6 de Dolores, donde hace unos días sacaron a un detenido con síntomas y terminó en un hospital de Cañuelas donde murió de coronavirus. Y en la unidad 4 de Bahía Blanca hay pabellones cerrados, lo mismo que en la 3 de san Nicolás y en Sierra Chica.

Así, las cosas, desde el Observatorio señalaron que “el problema de los contagios es que no hisopan”, y que de los 40 mil detenidos en la provincia, “debe haber más de 10 mil contagiados, para mí supera más del 25 por ciento”, aseveró Corvalán, al tiempo que pidió que haya externaciones y una veeduría.

Como se sabe, el Servicio Penitenciario depende del Ministerio de Justicia a cargo de Julio Alak, al que han solicitado audiencia, lo mismo que al gobernador Axel Kicillof, pero “no hemos encontrado respuestas de ninguna característica, empezaron todo el proceso al revés”, cuestionó.

De acuerdo con Corvalán, en las cárceles bonaerenses, el 43 por ciento de los detenidos tiene penas menores de 5 años. “Eso derriba la teoría de la puerta giratoria y los discursos de más cárceles nos parecen en este momento innecesarios”, ponderó.

Finalmente, anunció que ante la explosión de contagios en los penales, el 21 de agosto “vamos a hacer la movilización más grande” junto a los familiares. “Es tremendo y políticamente inaceptable lo que está ocurriendo en las cárceles bonaerenses”, concluyó Corvalán.