
El contacto de la boca con el ano; ya sea un roce de los labios, un lengüetazo o el intento por succionar, hacen referencia a esta práctica sexual. Su nombre deriva de que la zona anal suele estar más pigmentada y más oscura que el resto de la piel.
Expertos afirman que la caricia tímida con la lengua, cuando se bordea el orificio anal de manera distante y que no llega al centro del orificio, tiene un efecto extraordinario sexualmente hablando.
Che, un chinito me acaba de decir que me va a dar un beso negro??
— 𝑇𝑖𝑛𝑎𝑎♡ (@jungkcfx) July 4, 2020
¿¿¿Que es es vaina??? pic.twitter.com/0MAJBR2S3X
Por su parte, introducir la lengua en el orificio y pasarla de arriba hacia abajo, como lamiendo el hueco anal, suele ser aún más intenso.
También están los que disfrutan de que solo soplen su orificio anal, produciendo un rebote del aire que simula un pedo o flatulencia.
Lo único que no es permitido en esta práctica es morder, ya que puede producir lesiones o ardor. Aunque varios sitios en internet afirman que estas prácticas son peligrosas porque pueden producir embolias, la ciencia asegura que no implica ningún peligro.