Lo sorpresivo de todo esto es que, en la ART, la señora Lewin sí figura como parte de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual de la Nación. Pero, los aportes patronales ante la AFIP y la Anses, no está en relación de dependencia.

La mujer que quiere imponer leyes, sanciones y dar el ejemplo ético, no lo está cumpliendo, ni ella ni el Estado que supuestamente la nombró. En el Boletín Oficial, en la AFIP y en la Anses no hay nada.

Vida de lujo$ y deuda$

En cuanto a su flota de automotores, tiene cuatro vehículos de baja gama: dos Volkswagen Gol del 2005 y 2007, y dos Fiat Palio, uno del 2011 y otro del 2015. Este último, registra deuda de patentes por una suma de 17624 pesos, y como si fuera poco, tiene infracciones de tránsito en Capital Federal y en Provincia de Buenos Aires. La suma total es de 31030 pesos de multas.

A su vez, Lewin tiene un consumo de tarjeta de crédito de 360 mil pesos, que no se sabe cómo hace porque en AFIP, donde está registrada con la actividad de Astrología y Espiritismo, sostuvo que ganó en el año 61 mil pesos. Es por eso que no puede pagar ni el 20 por ciento de lo que gasta con el plástico del Bank Boston.

El amor y la dictadura

Esta mujer fue amante en la última dictadura militar, donde estuvo detenida, de Jorge Eduardo “El Tigre” Acosta, quien fuera director de la ESMA y luego, de Alfredo Astiz, jefe de los Grupos Operativos de los Represores.

A ella le decían, entre varios apodos, "La Gringa" y para salvarse la pusieron a marcar gente, a cambio de seguir prófuga y seguir siendo amante de esos dos seres nefastos como Acosta y Astiz.

En aquellos tiempos donde reinaba “el amor”, Emilio Massera le hizo un regalo cuando ella se casó con otro guerrillero que también marcaba gente, un tal García.

En septiembre del año 79, según lo indica una imagen, ella estaba embarazada y trabajaba en el Ministerio de Desarrollo Social de la dictadura militar liderada por Jorge Videla.

En otro de los elementos del “Baúl de los Recuerdos”, el Poder Ejecutivo Nacional (PEN), emitió un listado de montoneros que colaboraron con la Armada, y allí, aparece Miriam Lewin. Al igual que en una foto, marcada como el Caso 090, donde aparentemente estaba desmejorada y con mucha pérdida de peso.

Cruel y destructora

Como si fuera poco, con el paso de los años, se transformó en periodista y formó parte de los principales canales de la televisión argentina, donde quedó marcada a fuego por un informe de la productora Eyeworks Argentina S.A (ex Cuatro Cabezas).

Lewin formaba parte de ese grupo periodístico del 2004 que le realizó al médico Alberto Ferriols, marido en aquel entonces de la ex vedette y actriz, Beatriz Salomón, una cámara oculta en su consultorio. Allí se denunciaba el ofrecimiento de cirugías plásticas a cambio de sexo. El documento de PuntoDoc se emitió en Intrusos en la Noche, con la presencia de la pareja, invitados a participar de ese programa.

Tiempo después, la ya fallecida Salomón, confesó que ese episodio donde Lewin participó, le destrozó la vida. Fue por eso que le iniciaron una demanda y le ganaron un juicio al canal América y a los periodistas Jorge Rial, Luis Ventura, Daniel Tognetti y Lewin. La Justicia los condenó a pagarle 14.593.551 pesos por daños y perjuicios más los intereses. Esa suma ascendería a más de 30 millones de pesos. Además, Salomón se quedó hasta con la marca PuntoDoc.

Más allá de lo económico, nada le devolvió a Beatriz Salomón la paz que reinaba en su familia, algo que le costó más que un dolor de cabeza, porque tuvieron problemas en el trámite de adopción de sus pequeñas hijas.

De esta forma, Miriam Lewin, una señora que se encarga de hacer valer los derechos y que se cumplan con los deberes que establece la Constitución Nacional, tiene un largo de prontuario de irregularidades y que aún siguen latentes en la retina de todos los argentinos.