Hernán Marty: "La televisión, las redes e Internet cambiaron el formato y el recorrido de la noticia"
En una edición de Entre Periodistas, en esta oportunidad, nos dimos el lujo de dialogar con Hernán Marty, corresponsal en la ciudad de La Plata para el diario La Capital de Mar del Plata.
Es así que nos contó sus inicios en la profesión, sus estudios, hasta sus mejores aventuras, en la Fragata Libertad por ejemplo, los cambios de época en el periodismo a raíz de la tecnología, su pasión por el deporte, entre otras cosas.
- ¿Cómo fue tu tránsito por el estudio y las primeras experiencias profesionales?
- Yo terminé el secundario en el año 1992, y arranqué en el 93’ estudiando Ingeniería, metí 7 de las 8 materias del ciclo básico del primer año. Cuando tuve que arrancar el segundo año, me tuve que poner a trabajar, arranqué en el taxi de mi viejo e Ingeniería era una carrera que no se llevaba bien con las personas que trabajan asique fui por mi segunda opción.
En ese momento, me anoté en Periodismo, año 1994, imagínate salí de Ingeniería donde hay parques gigantes, donde vos sos un numerito y está digitado lo que vas a hacer, a meterme en la “cueva” (Periodismo), ahí en 44 entre 8 y 9. Yo llegué y había carteles colgados que no te dejaban caminar por el pasillo. En vez de salir corriendo, me enamoré de esa Facultad y con el tiempo me empecé a enamorar de la carrera, por cierto, que nunca pude terminar.
Cuando yo empecé a laburar en el diario La Capital, no escribía, estaba en la parte de publicidad. Tenía horario de entrada, pero no tenía horario de salida. A veces a las 8 de la noche llamaban de Casa de Gobierno y había que ir a buscar una publicidad, enviarla por fax junto con su orden, para que después puedan salir en el diario.
Como la mayoría de los que empezamos a estudiar periodismo, yo tenía cabeza de pelota, quería hacer periodismo deportivo. En ese momento, fui a un programa que era de Claudio Fortunato, que relataba a Estudiantes y Gimnasia, y yo cubría automovilismo, me encantaba. Me gusta el fútbol y el automovilismo, pero no tenía posibilidades dentro del fútbol así que me fui para el lado del automovilismo.
- ¿Cómo cambiaron las lógicas del periodismo por las tecnologías?
- Era saber quién tenía el teléfono de la persona que tenías que contactar. Chequear algo era más complicado, o tardabas más. Hoy con estas basuras (celulares), vos le mandás un WhatsApp a un ministro, sin problemas. Antes tenías que lograr que te dé bola el prensa del ministro. Jamás, jamás, ibas a tener el teléfono de un ministro. Cuanto mucho, lo llamabas por teléfono a su oficina y para tener el teléfono, tenías que llevarte muy bien con el prensa. No era tan fácil. Tampoco era tan difícil acceder a una entrevista, hoy está más complicado. Antes precisamente la comunicación era más corta, tenías más posibilidades de llegar frente a frente. Hoy no, tenés filtro por todos lados.
Al gobernador no llegas tan fácil. Antes, Duhalde pasaba por la sala de periodistas. Solá pasaba por la sala de periodistas. Antes, por ejemplo, para el día del periodista, nosotros íbamos a almorzar o cenar con el gobernador de turno. Hoy olvídate, eso no sucede. El tiempo del periodismo es distinto. Antes vos tenía un dato y lo podías guardar hasta el siguiente día.
- A eso apuntaba la siguiente pregunta… ¿cómo era?
- Hoy los datos en el periodismo son como la tarjeta de débito, es algo que quema, es algo que hay que gastar. Entonces difícilmente vos te puedas guardar un dato para la tapa del diario. Antes no había portales de Internet, y esto fue lo que cambió todo. Porque antes la inmediatez estaba en la radio, el dato rápido estaba en la radio, hoy está en los portales web. Entonces un dato caliente guardarlo para la tapa de un diario, es una misión casi imposible porque difícilmente se entere una sola persona de algo.
Entonces sucede que lo tiran en un portal y lo desarrollan en el diario al día siguiente, los diarios de papel van perdiendo sentido como medio informativo de inmediatez, no de desarrollo. La televisión por cable, las redes, Internet, cambiaron muchísimo lo que es el formato y el recorrido de una noticia.
También esto de chequear los datos, se hace mucho más fácil. Hoy hay informes de los Ministerios que están online. Antes tenías que llamar por teléfono al Ministerio de Salud, a la vez que estaban llamando otras 30 personas o 40 o 50. Entonces ibas a tener que tener la suerte de que no te dé ocupado para poder tener ese dato. O si tenías la posibilidad de tener el servicio de cablera de Télam, seguramente te llegaba por Télam.
- Télam facilitaba la distribución de información al resto de la provincia y el país…
- Télam era el paraíso para el periodismo, pero además lo digo porque tengo la suerte de tener compañeros y amigos que trabajan en Télam y tienen la misma lógica que tenían en aquel momento. Yo estaba en la producción de un programa en Radio Universidad y si no tenía un teléfono, llamaba a Télam y decía: “Hola, habla Hernán de Radio Universidad, necesito el teléfono de Felipe Solá”, por darte un ejemplo. Ellos te lo daban. Hoy la gente de Télam tiene esa misma lógica en ser solidarios en cuanto a la forma de trabajar. Yo creo que en el periodismo estamos los que lo entienden como una carrera en conjunto, que todos tiramos de la misma carreta, y los que lo ven de manera más solitaria, que también es una forma de verlo y es entendible. Uno valora también sus contactos y si te costó o no conseguirlos, puede o no elegir compartirlos. Yo tengo la suerte de estar rodeado de gente que entiende el periodismo de la misma manera que yo.
- ¿En qué momento ingresaste a La Capital?
- Yo estaba trabajando en el taxi y tenía uno de mis primos que había entrado a trabajar en la corresponsalía del diario. Estando él, se va una persona que estaba en administración del diario y le preguntan si conocía a alguien. Me llamó por teléfono, era 30 de mayo del 99’, y el 31 de mayo fui a ver cómo era el trabajo.
El 1 de junio empecé a trabajar en La Capital y hasta el 10 de diciembre del 2007, momento en el que asume (Daniel) Scioli, yo estuve trabajando en la parte de administración. Iban a poner a cuatro corresponsales periodísticos y les dije que quería la chance de escribir. Me mandaron a cubrir la asunción de Nicolás Scioli, el hermano, en el OPDS en Santa Teresita, yo me tomé un colectivo fui hasta Santa Teresita, escribí la asunción de Nicolás Scioli y a partir de ahí empecé a escribir para el diario y no estuve más en la parte administrativa.
Antes había escrito alguna que otra nota, sobre todo deportiva, había hecho notas con (Edgardo) Prátola, antes de su fallecimiento, había hecho un par de notas. De hecho, la Copa América de 2011 que se hace acá en Argentina, y que tuvo cinco partidos en el Estadio Único, para el diario lo cubrí yo.
El diario a mí me permitió, -estoy en pensando- fue en 2009, hacen la reparación de la Fragata Libertad, acá en el Astilleros Río Santiago. Iba a ir desde el Astillero hasta Mar del Plata y llaman y nos dicen que uno de los cuatro se tenía que subir a la Fragata. Yo dije: “Voy”. Tenía a mi ex mujer embarazada de mi hijo mayor y la llamé y le dije: “Me voy en la Fragata hasta Mar del Plata y vuelvo”. Yo había entendido que era un viaje de un día, ¿cuánto puede tardar? Estando arriba de la Fragata, me entero de que eran cinco, pero no porque tarde tanto sino porque hacían el cambio de tripulación, entonces les enseñaban, en mar abierto, maniobras.
Para mí fue genial, vi ballenas, delfines, focas, en estado natural, todos jugando alrededor de la Fragata. Y estuve cinco días viajando en la Fragata Libertad, y todo gracias al diario. Para mí fue espectacular. De ahí se me puso en la cabeza que quiero viajar en el Irizar y mandé cartas a la Armada Argentina.
- ¿Dejaste de hacer radio? Arrancaste a full, pero ¿qué pasó?
- La radio es como esa novia que vos dejás y la ves cada tanto. Yo no soy para nada televisivo, no sé ponerme frente a una cámara, pero en la radio me siento muy cómodo. Estuve en FM Raíces muchísimo tiempo, hasta hice un programa deportivo que se llamaba “Deportados”.
Hasta hace algunos años atrás estuve en Radio Universidad, hacía una columna sobre periodismo policial, hablaba sobre los crímenes en la provincia de Buenos Aires, era una columna con nota que yo había publicado en La Capital sobre criminales famosos. Después se amplió bastante porque la saqué de las fronteras de nuestro país, empecé a hablar de criminología, es algo que me encanta. Algunos audios de eso andan dando vueltas por una radio web que se llama Radiofonic.
- Para cerrar, ¿qué es el periodismo para vos o qué debería ser?
- Yo tengo una manera de ver la carrera en conjunto, con mis compañeros. Cuando hablo de compañeros, no hablo del mismo medio, sino con la gente que comparto el día a día. Creo que vemos mucha gente que no le ve así, a mí me encantaría que seamos todos así, me va a matar, pero que seamos como Juli Ricaldoni, una compañera de Télam, ella es muy solidaria con el resto de los compañeros, es un ejemplo de cómo se debe hacer y sentir el periodismo.