
Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
¡Qué verano nos espera! Ahora que tengo la heladera llena decidí salir a ayudar a algunos pobres y de allí armar la valija e irme de viaje a la costa argentina, para aprovechar estar cerca de la familia y no dejar de apoyar a este gran país que ahora volverá a crecer.
Pero lejos estoy de la política y el espectáculo siempre me llama para estar lista a escribir algunas líneas en este espacio que me entrega mi amigo Alex Plosivo, y contar algunas cosas que parece nadie estar decidido a contar, seguramente porque no se animan a poner el rostro en televisión y decir lo que todos saben, pero no se habla.
Bueno, en ese contexto hoy les cuento algo importante. Antes de terminar el año pasado o comenzando este gran 2020, nuestro flamante presidente comunicó que muchos empleados del estado deberían trabajar en la Cámara de Diputados, perdón no debo olvidarme de la palabra "Honorable", pero sucede que cuando uno se entera de ciertas cosas la palabra parece no tener lugar.
Lo concreto es que en esta etapa en la cual la "Honorable" Cámara se encuentra con muchos empleados realizando tareas, casi en una posición de guardia, algunos diputados que van y vienen de sus provincias aprovechan el vacío de algunos pasillos para reencontrarse con algunas de sus amantes, pero se olvidan que muchos nuevos pasean por los rincones conociendo el lugar y no saben que pueden encontrarse con diversas situaciones.
Eso sucedió en la vida de un joven integrante de una comisión de la cámara que conociendo el lugar y cubriendo el lugar de trabajo en pleno enero se encontró con un funcionario público de nuestro país, sin ninguna botella que suele producir su provincia, abrazado de manera intensa a una deseada muchacha blonda de una comisión que lleva y trae, pero que seguramente ella debe haber llegado a ese lugar con el padrinazgo de su amante en cuestión.
Obviamente, Alex Plosivo me pidió discreción, y qué mejor que compartirlo en este lugar en el cual somos importantes guardianes de la verdad.
Sigo armando la valija, mientras proceso otra notita...