Denuncian falta de "voluntad política" de Kicillof para poner en marcha el Astillero Río Santiago

La parálisis total de la planta de producción naval de Ensenada parece haber logrado traspasarse entre gobiernos ya que desde hace 14 años, que incluyen tres gestiones diferentes, el Astillero Río Santiago no termina un solo barco, a pesar de los infinitamente publicitados contratos con la petrolera estatal venezolana PDVSA, que todavía espera por los buques Eva Perón y Juana Azurduy, por los que ya pagó 120 millones de dólares.
Y si bien actualmente hay actividad dentro de los galpones de la empresa estatal, solo se trata de tareas menores que tienen que ver con la reparación y acondicionamiento de camas de hospitales que se realiza en el marco de la pandemia por coronavirus, una actividad que menosprecia y ningunea la enorme calificación técnico-profesional de los trabajadores del ARS.
Tenemos el privilegio y el orgullo de contribuir con la comunidad en tiempos de crisis mundial. Reparamos camas y colaboramos con hospitales regionales para que a nadie le falten los cuidados necesarios para superar el coronavirus. pic.twitter.com/Fb9FwECF4m
— Trabajadores del Astillero Río Santiago (@trabajadoresars) April 17, 2020
En diálogo con NOVA, los empleados recordaron que el atraso en la construcción de los buques comenzó con una decisión del gobierno de Daniel Scioli de transferir fondos por 23 millones de dólares que había pagado la petrolera venezolana, para la construcción del Estadio Único de la ciudad de La Plata, que utilizó también recursos humanos y técnicos del Astillero, pero en desmedro de los contratos vigentes y "con la complicidad del sindicato", en referencia a la facción interna que actualmente conduce Francisco "Pancho" Banegas.
En ese sentido vale recordar que durante el gobierno de María Eugenia Vidal y a pesar de la lucha de los trabajadores y sindicatos, hubo un claro intento de vaciamiento y privatización de la empresa, nunca del todo negada por el gobierno de aquel entonces, que sí se encargó de negar sistemáticamente la devolución de los fondos para la finalización de los dos buques petroleros que estaban en marcha.
Según trascendidos, al inicio de la gestión de Axel Kicillof, los representantes de la empresa caribeña recuperaron las expectativas de contar con ambas naves y en la primera reunión les recordaron a las nuevas autoridades del ARS que ya habían pagado más de 120 millones de dólares, siendo que originalmente el valor individual de cada barco de transporte era de 56 millones de moneda norteamericana.
"Hoy se hace necesario repetir que la parálisis de Eva Perón y Juana Azurduy hace años que lastima más a la Argentina y al ARS que a Venezuela y a PDVSA. Parálisis que empezó con Scioli, en clave binorma liberal-keynesiana, continuó con Vidal, en tono liberal-puro, y Kiciloff debería revertir, a como dé lugar, pero restituyendo a Eva Perón y Juana Azurduy los más de 23 millones de dólares que habrían fugado del ARS hacia el Estadio Único con González Elicabe", resaltaron desde Social 21-La Tendencia, a través de una serie de circulares.
En ese sentido, le apuntaron al gobernador y remarcaron que "si hubiese tenido voluntad política, le habría bastado el 10 por ciento de lo que le pagó a Fidelity, 250 millones de dólares, contra lo que el ministro (Martín) Guzmán y Alberto Fernández de Kirchner (sic) recomendaban en ese momento. Recomendación que habrá que ver si cumplen ellos mismos cuando venzan unos 500 millones de dólares de deuda nacional a buitres financieros como los que honró el tesoro bonaerense. Pero, cualquiera sea el caso, queda demostrado que plata hay, mucha, y que lo que falta es voluntad política de devolverle al ARS lo que PDVSA ya pagó, adelantado, por Eva Perón y Juana Azurduy".