El Frente de Todos pidió que se declare la emergencia económica para el sector cultural de la Ciudad de Buenos Aires

Por Alberto Lettieri, especial para NOVA
El COVID19 obligó a tomar drásticas medidas para ralentizar el ritmo de expansión de la curva contagiosa. El Gobierno nacional y niveles estatales -provincias e intendencias- adoptaron una batería de medidas que se amplía cada día. La tarea es ciclópea, tras la destrucción y el desfinanciamiento de áreas enteras del Estado argentino y el endeudamiento económico y social que propició el gobierno de Mauricio Macri.
"LOS ESPACIOS CULTURALES ATRAVIESAN UNA SITUACIÓN CRÍTICA"
— Radio AM 750 (@AM750) March 18, 2020
La legisladora @Maru_Bielli se refirió al proyecto que busca declarar la emergencia económica al sector cultural de la ciudad debido a la suspensión de actividades por el Coronavirushttps://t.co/iirIm46nLo
Las decisiones estatales se amplían cada día, atendiendo a la curva expansiva del virus y de las posibilidades económicas de un Estado cercenado. También van surgiendo las necesidades de sectores desprotegidos que pertenecen a la economía informal -trabajo en negro- o sufren la precariedad laboral a los que resulta más difícil asistir por las características del desarrollo de sus actividades.
Un área particularmente afectada por las indispensables medidas restrictivas que debió adoptar el Estado es la cultura. Buena parte de la oferta cultural ha sido clausurada o limitada considerablemente, afectando profundamente la situación de los diversos actores que participan la misma. En los últimos días se han suspendido las actividades de teatros independientes, los clubes de música en vivo, los centros culturales, los espacios culturales independientes y las milongas.
Era necesario dar una respuesta para comenzar a contener el sector cultural. Este miércoles, el bloque del Frente de Todos la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires propuso la declaración de la “emergencia económica” del sector cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
El proyecto elaborado por la legisladora María Bielli, y acompañado por el resto del bloque del FDT establece por 6 meses la exención del pago del impuesto de ABL, ingresos brutos y del impuesto de sellos de la Ciudad de Buenos Aires.
Bielli graficó la magnitud del impacto sobre el sector cultural: “Los espacios culturales en la Ciudad de Buenos Aires están en situación de emergencia. A la crisis económica se le suma esta pandemia que prácticamente obliga a cerrar a centros culturales, teatros y milongas en toda la Ciudad. Estamos hablando de más de 450 espacios que promueven actividades artísticas y culturales”.
El proyecto establece un subsidio mensual equivalente al 75 por ciento a los gastos en agua, gas y electricidad de cada espacio cultural.
En sintonía con el trabajo conjunto que están desarrollando las autoridades del Gobierno nacional y de la CABA, Bielli señaló que su proyecto debía ser interpretado como un aporte y no como una acción confrontativa. “Sabemos que el Gobierno nacional y el de la Ciudad están trabajando articuladamente para dar respuestas al sector, este proyecto de ley quiere hacer un aporte en ese sentido”, aseguró.
El sector cultural porteño vió seriamente reducido su funcionamiento a partir del jueves pasado, cuando el Ministerio de Cultura porteño estableció la restricción del 50 por ciento de la capacidad, y la presencia de hasta 200 asistentes, en teatros, clubes de música, milongas y Centros culturales de la Ciudad debido a la pandemia del Coronavirus.
En sentido similar se expresó el Legislador Matías Barroetaveña (FDT): "Los espacios culturales independientes atraviesan una situación crítica. El Gobierno de la Ciudad debe impulsar medidas que garanticen su sustentabilidad económica ya que son una importante fuente de trabajo para los y las porteñas, y un enorme impulsor económico del distrito. La Cultura Porteña es un signo distintivo de nuestra identidad y tendrá un rol fundamental en el regreso a la normalidad".
La colaboración y articulación entre los Estados, más allá de su signo político, resulta fundamental para afrontar la crisis en los mejores términos posibles.