Los análisis del Político Enmascarado: el gobierno de Alberto en su primera quincena de gestión
El Político Enmascarado es un hombre oriundo del interior del pais, afincado un poco en Buenos Aires y otro poco en La Plata desde que vino a estudiar allá por el año 1966. Sociólogo y profesor de historia con varias maestrías en el exterior. Se define a sí mismo como un “peronista heterodoxo” con amigos variados de todas las ideologías y partidos.
Fue varias veces funcionario nacional, representó al país en el exterior en una importantísima embajada; fue funcionario bonaerense en reiteradas oportunidades y también funcionario municipal en La Plata, Capital de la provincia de Buenos Aires, en el período 73/76, siendo un novel militante.
Su bajo perfil le permite desenvolverse en los más variados ámbitos y sentarse en las más diversas mesas políticas. Cuenta con la confianza de hombres de primer nivel y con la información de mucho de lo que pasa en la política a nivel nacional, provincial y municipal.
Sus análisis y comentarios son sesudos, interesantes y jugosos, a veces insólitos, pero seguramente atraparán el interés de los lectores de NOVA.
-¿Enmascarado, qué análisis hace de los primeros días de gestión del “albertismo”?
-Bueno compañero, ante todo hay que comenzar a definir qué es el albertismo. El albertismo está en un proceso iniciático de formación, es decir; un hombre que es un profesional de la política, pero siempre laburó en las sombras operando para otros, que debe, de la noche a la mañana, convertirse en líder político y buscar un contrapeso para de algún modo comenzar a “empardar” el poder heredado, que, claro está, es el que le legó Cristina Fernández…
-Entendible, algo similar a lo que se dio en su momento con Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner…
-Similar, pero con matices. Duhalde era un caudillo del Conurbano con muñeca política que era especialista de la “rosca”, y le dio su bendición a otro animal político, que era Néstor Kirchner, quien tardó menos de dos años para inaugurar su poder propio. Recordarás, cuando Cristina le ganó a Chiche Duhalde la senaduría, en el 2005. Acá Cristina le da un legado de poder, que básicamente se traduce en el tercio de los votos que ostentaba, a alguien que le sumó por su carácter de moderado el resto faltante para ganar en primera vuelta. Pero tanto Duhalde como el Pingüino eran amantes de la rosca. Cristina nunca lo fue, y le dio el poder a alguien que ahora debe construir el propio, pero Alberto es alguien que no le esquiva la rosca, porque es su especialidad.
-Y en ese sentido…
-En ese sentido si sabe equilibrar y balancear, puede transformarse en su propio timón en un corto plazo. Pero no será fácil, con La Cámpora adentro, el PJ con raigambre en el territorio adentro, y el massismo de aliado. Es un mapa político muy interesante el que se armó y también está por verse cómo mutará con el devenir de la gestión.
-¿La ley de “Emergencia”, servirá para algo?
-Era necesaria. Al aprobarla se pasó una primera prueba de fuego, pero no olvidemos que se aprobó, al menos en Diputados, con lo justo. Por eso habrá que ver el alcance en el terreno de la realidad, es decir, en el bolsillo de la gente. Habrá inyección de dinero para reactivar el consumo y eso automáticamente genera inflación, entonces puede ser una bomba de tiempo. Lo bueno, en este complejo cuadro, es que se evite –cosa que se estaría haciendo- la emisión monetaria. Porque ahí sí, ya hablaríamos de una “hiper” y una “hiper”, en este contexto, la tenés llegando al 100 por ciento de inflación anual, ya no es como en la época de Alfonsín, que tenías que superar los tres dígitos. Hoy la inflación interanual casi llega a los 50 puntos. El cuadro es más complejo que prometedor…
-Y de Axel Kicillof en la inviable Buenos Aires, qué me puede contar…
-Siempre dentro de las enormes limitaciones estructurales de Buenos Aires, con casi 20 millones de habitantes, el discípulo de Cristina debería tener un viento de cola favorable porque “la Jefa” ahí no puede fallar. Todo su poder reside en la Provincia, además del control casi absoluto que ostenta en el Senado. Kicillof, salvando las enormes distancias, está en una situación similar a la de María Eugenia Vidal cuando comenzó a gobernar, una vez superada la sorpresa electoral de su triunfo. “Mariu” era la delfín del Macri, líder político del oficialismo en su momento. Axel es el delfín de CFK, todavía líder política del momento, porque hay que decirlo y ya lo dijimos arriba: el albertismo todavía está en estado embrionario y conservando los modos, la voz de Ella todavía resuena con ecos impensados.
-Enmascarado, y usted que es platense, algo de la capital bonaerense que pueda aportar…
-En La Plata, una vez superado el tema de la aprobación del Presupuesto del primer año de gestión del segundo mandato de Julio Garro, quedan sólo apostillas, pastillas de color digamos. Por caso, podría empezar a comprometerse más la situación personal y política del edil Julio Irurueta, que, como usted sabrá, tuvo denuncias de su ex mujer por violencia de género y otras acusaciones, que incluyen nada más y nada menos sospechas en torno al negocio de la prostitución, entre otras yerbas.
El dato que me llegó, para ir directo al grano, es que su ex, la modelo e influencer Agostina Mele, ahora tiene, por resolución de la jueza Belén Loguercio, un botón antipánico. Al parecer el tipo la sigue amenazando. Ahora se viene el verano, y con la feria y la anestesia general que hay en el microclima político, la cosa quizá no pase a mayores. Pero por la info que manejo cuando comience el año legislativo puede haber más novedades sobre el tema, que, por supuesto, ya dio mucho que hablar en la city y sus rincones…
-Gracias por la buena info, don Enmascarado…
-De nada, te dejo porque mi jefe Mario Casalongue requiere mi presencia. Hasta pronto…