La transición se ordena en nación y provincia, pero hay problemas en algunos municipios, como Moreno...

El Político Enmascarado es un hombre oriundo del interior del país, afincado un poco en Buenos Aires y otro poco en La Plata desde que vino a estudiar allá por el año 1966. Sociólogo y profesor de historia con varias maestrías en el exterior. Se define a sí mismo como un “peronista heterodoxo” con amigos variados de todas las ideologías y partidos.
Fue varias veces funcionario nacional, representó al país en el exterior en una importantísima embajada; fue funcionario provincial en reiteradas oportunidades y también funcionario municipal en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, en el período 73/76, siendo un novel militante.
Su bajo perfil le permite desenvolverse en los más variados ámbitos y sentarse en las más diversas mesas políticas. Cuenta con la confianza de hombres de primer nivel y con la información de mucho de lo que pasa en la política a nivel nacional, provincial y municipal.
Sus análisis y comentarios son sesudos, interesantes y jugosos, a veces insólitos, pero seguramente atraparán el interés de los lectores de NOVA.
-El escenario nacional parece estable, ¿piensa que va a durar la tregua entre Macri y Fernández hasta el 10 de diciembre?
-Es que no hay una tregua, sino una tensa calma que le conviene a ambos. Al irse con el 40 por ciento de los votos, el Presidente tiene chances de ser el líder de la oposición, pero para eso tiene que dar muestras de que es "distinto" y la mejor forma de hacerlo es no poner palos en la rueda, y solo tomar medidas de equilibrio hasta entregar el mando.
-¿Y Fernández solo tiene que esperar hasta el cambio de gobierno, o debe empezar a diseñar su plan de acción?
-No olvidemos que Alberto Fernández es él más Cristina Kirchner y a pesar de la armonía que mostraron en campaña, tienen por delante el desafío de alcanzar equilibrio interno incluso antes de completar los nombre para el gabinete. También deben contener a Sergio Massa, que no solo se va a conformar con ser presidente de la Cámara de Diputados, y a otros aliados menores, pero que hicieron su aporte para el triunfo. Por eso al Presidente electo tampoco le conviene que haya sobresaltos antes del 10 de diciembre.
-¿En la provincia de Buenos Aires va a pasar lo mismo?
-Es probable que por el perfil de María Eugenia Vidal y de Axel Kicillof la transición sea ordenada, pero por el estado en el que se encuentran las finanzas públicas de prácticamente todos los organismos, lo más probable es que no se pacífica. El rojo fiscal de 70 mil millones de pesos que ya reconoció el ejecutivo bonaerense no hizo más que confirmar algunas sospechas del peronismo, que ahora está más decidido que nunca a dedicarle en el comienzo del mandato un tiempo exclusivo para revisar los actos administrativos de ésta gestión.
-Por eso circula el rumor de que en varios ministerios la orden es hace desaparecer documentación sobre algunos proyectos y programas que no llegaron a implementarse…
-No se trata de un rumor, sino de una realidad que tiene mucho impacto sobre todo el Ministerio de Economía. Y no es solo sobre cosas que no se hicieron, sino sobre acciones que se llevaron adelante aunque fueron de dudosa factura, como algunas que ya están complicando a varios ministros salientes como Gabriel Sanchez Zinny y Roberto Gigante, que manejaron recursos millonarios casi de forma discrecional.
-Ya que hablamos de Nación y Provincia, ¿que pasa en los municipios?
-No hay grande sobresaltos ni siquiera en los 4 o 5 que en los que hubo denuncias cruzadas y dos candidatos se atribuyeron la derrota, la verdad es que los mayores problemas se dan en distritos en los que el recambio se realiza dentro de la misma fuerza política y no con alguien de la oposición.
-Usted no deja de sorprenderme Enmascarado, ¿en qué municipios pasa?
-Mar del Plata es uno, y si bien Carlos Arroyo ya no pertenece a Cambiemos, ganó en 2015 con la boleta de Macri y Vidal y ahora es una máquina de ponerle palos en la rueda a Guillermo Montenegro. Pero el caso más extremo se da en Moreno, en dónde el ultrakirchnerista Walter Festa le debe entregar el poder a Mariel Fernández y lo hará en medio de una conflicto gremial que provocó el propio intendente.
-Sé del conflicto gremial y la situación es tensa en Moreno, pero dígame Enmascarado, ¿por qué Festa habría generado un conflicto?
-Se trata de un pase de facturra al sindicalismo local. Festa los acusa de haber trabajado para la campaña de su rival y por eso dice que el aumento que él no pagó, debería cancelarse después de la asunción del próximo gobierno. Pero además es sabida la enemistad entre ambos dirigentes peronistas y se sabe que la intendenta electa prefiere que su antecesor de vaya “humillado” para sacarlo completamente de la cancha y que mejor para eso que contar como aliado con los gremios municipales.
-Hasta pronto, Enmascarado..
-Hasta pronto, me voy rajando a NOVA antes que me rete mi jefe, don Mario Casalongue, que anda loco porque una problema en sus riñones lo tiene a maltraer…