Los análisis del político enmascarado: los desafíos de Axel Kicillof y los intendentes "mangueros"
El Político Enmascarado es un hombre oriundo del interior del pais, afincado un poco en Buenos Aires y otro poco en La Plata desde que vino a estudiar allá por el año 1966. Sociólogo y profesor de historia con varias maestrías en el exterior. Se define a sí mismo como un “peronista heterodoxo” con amigos variados de todas las ideologías y partidos.
Fue varias veces funcionario nacional, representó al país en el exterior en una importantísima embajada; fue funcionario provincial en reiteradas oportunidades y también funcionario municipal en La Plata, Capital de la provincia de Buenos Aires, en el período 73/76, siendo un novel militante.
Su bajo perfil le permite desenvolverse en los más variados ámbitos y sentarse en las más diversas mesas políticas. Cuenta con la confianza de hombres de primer nivel y con la información de mucho de lo que pasa en la política a nivel nacional, provincial y municipal.
Sus análisis y comentarios son sesudos, interesantes y jugosos, a veces insólitos, pero seguramente atraparán el interés de los lectores de NOVA.
-Contundente la victoria del Frente de Todos, señor Enmascarado…, al parecer no estaba en los planes de nadie.
-Exactamente; no hubo forma de prever semejante diferencia, que, a esta altura, ya le digo que es irremontable, aunque no estaríamos descubriendo nada nuevo. En esta Argentina bimonetaria y bipolar, cuando apostas a la estrategia de polarización como hizo erróneamente el Gobierno, los riesgos son evidentes.
-Y en ese marco, Enmascarado, cómo evalúa lo que pasó en la provincia de Buenos Aires. Axel Kicillof finalmente superó los 50 puntos…
-Ciertamente, con este tema de los votos en blanco no contabilizados, llega a 52, una performance inédita a la luz de lo que se proyectaba de ante mano. Y también quedó demostrada la miopía política en Cambiemos. Si hubieran desdoblado las elecciones o María Eugenia Vidal hubiera sido la candidata, otra podía haber sido la historia.
-Buena perspectiva, Enmascarado. Dígame: ¿tiene alguna mirada puntual de cómo podría ser Kicillof gobernando?
-Mire, yo no hago futurismo, pero te voy a adelantar algunas cosas: ante todo, pienso que “el rusito” no se va a dejar llevar de las orejas, como la mayoría piensa. Obviamente reporta a Cristina Fernández, un hecho innegable, pero lo veo con cintura y espalda para resistir presiones. Tiene buena “tracción”, como podría decirse. Hizo una campaña prolongada empapándose de territorialidad en la inabarcable provincia de Buenos Aires. El perfil bajo, desde el punto de vista de que es un tipo común, de a pie, y no tan impregnado de la mal habida soberbia camporista, es otro punto a favor. Además, puede resistir cualquier “carpetazo” porque no tiene fortunas e hizo una campaña en un auto que no vale más de 200 mil pesos.
-Claro, el famoso Clío…
-De eso hablamos
-Tengo entendido, amigo Enmascarado, que ya le comenzaron a sonar teléfonos para cuando asuma, en caso de que gane, claramente.
-Usted está bien dateado. Ya circula un listado con nombre de intendentes de la Tercera Sección que le pedirán lugares en un futuro gabinete. Uno de ellos es Jorge Ferraresi, de Avellaneda, que está muy interesado en el estratégico ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos. Hay otros que también quieren “mojar el bizcocho”, como diría un afamado analista político, pero por ahora lo dejamos en suspenso. Lo importante es que hay una tendencia de los barones del conurbano a sentirse artífices del triunfo de Todos, y ya no se conforman con retener intendencias y concejos deliberantes, van por más, quieren participación directa en la estructura de gobierno bonaerense y ahí es dónde ya comenzaron los tironeos con la Cámpora.
-Entiendo Enmascarado, una torta chica para muchos comensales…
-No precisamente: usted piense que la demanda de eventuales cargos y estructuras de poder ahora no sólo va a pesar sobre la Provincia. El panperonismo a la luz de lo que pasó el domingo, de no mediar un milagro, también se va a quedar con la Nación. Igualmente, los tironeos como le conté en el párrafo anterior, ya existen y se van a potenciar. Aunque ahora la energía esté puesta en la generales de octubre…
-¿Piensa que Mauricio Macri va a polarizar más aún la campaña que se viene?
-Efectivamente, a pesar de que el ala moderada de su equipo le pide que se formatee en modo “transición”, los talibanes amarillos –con Marcos Peña a la cabeza- quieren morir con las botas puestas y no se resignan a la derrota. El problema es que esa puja va a tener consecuencia devastadoras sobre la economía, pero claro está, a nadie del poder le importa.
-Comprendo, qué país inviable, Enmascarado. ¿Tiene alguna mirada de lo que pasó en La Plata?
-De la Octava Sección rescatar ante todo el rol del peronismo, que le sacó 10 puntos a Cambiemos. Usted sabe que se decía que la interna con cinco precandidatos era negocio para Julio Garro, el intendente. Bueno, en principio no lo fue, porque le dio volumen político al peronismo. El “negocio” podría venir ahora, porque Garro va a municipalizar la campaña basándose en las obras, que en verdad se hicieron bastante. Se rumorea que si efectivamente el triunfo en Todos es para la diputada Florencia Saintout, Victoria Tolosa Paz, la concejal que salió segunda y no se resigna a perder la contienda, no militaría la campaña de la camporista.
Hasta se dice que algunos de los precandidatos que participaron podrían ser “tentado$” por el Palacio Municipal, que necesita recuperar de mínima 5 puntos porcentuales para llegar de 35 a 40. Ahí también pueden jugar los votos que sacó Consenso Federal. El lavagnismo, que postuló a un ignoto ingeniero llamado Gabriel Crespi, apenas pasó los 6 puntos. Para meter un concejal hacen falta 8.33, y el dilema está en si esos puntos se van a diluir a favor del actual intendente o si los seguidores del ex ministro de Economía van a ir por perforar el piso para colar un edil.
-Entiendo Enmascarado, bueno, muy completo su análisis, como siempre. Espero verlo en breves y cuando haya más información para compartir.
-A su disposición buen hombre.