- ¿Cómo fue el proceso de preparación y el posterior arranque laboral en los medios?

- Ingresé a la Facultad de Periodismo de la UNLP y certifiqué que esto era lo mío, pese a los miedos, disfruté el proceso de formación como ahora disfruto el ejercicio de la profesión. Comencé a trabajar, aun siendo estudiante universitaria, me inicie en la Municipalidad de Berisso mediante el sistema de pasantías y allí me renovaron durante dos años.

Luego me incorporé a Berisso Ciudad en el año 2010, donde incursioné en los medios con el formato gráfico. Al poco tiempo salió la versión de Berisso Ciudad en Radio y desde 2011 a la fecha continúo.

- ¿En comparación de cuando arrancaste, cómo ves el rol del periodista hoy en día y qué críticas le haces?

- Los cambios en el ejercicio son notorios. Si bien, hoy por hoy, la información parece ser de fácil acceso, es necesario trabajar más en el chequeo de fuentes, la veracidad. Una de las grandes exigencias de la actualidad es el “ya”, la inmediatez es uno de los grandes ejes. Sin dudas las redes sociales son protagonistas en esto.

Creo también que se rompió con la figura del periodista neutral u objetivo, más allá de que para nuestro mundillo eso es entendido así desde hace tiempo, y me refiero en este caso a la gente, al público, al oyente, al lector y a la sociedad. El periodista y el medio donde se desarrolla hoy tienen opinión, tienen línea editorial, y eso creo que genera mayor empatía con el otro.

Creo que el periodismo es tan maravilloso como desvalorizado como profesión, creo que se debería apuntar a la mayor formación. El título no hace a la labor pero sí nos hace el proceso de formación. No hablo de redacción u oratoria, hablo de la perspectiva y la mirada social, la mirada comprensiva, la mirada crítica que nos aporta el formarnos académicamente.

- ¿Cuáles son o fueron tus referentes?

- Referentes sólo tuve al docente de la escuela y de la facultad, Oscar Lutczak, que una vez me dijo: “Muchos no eligen su destino, a muchos no les queda otra”, en una conversación que tuvimos sobre delincuencia y prostitución.

- En tu paso por la radio, ¿cómo vives la evolución del formato?

- Hoy trabajo en radio todos los días de mi vida y necesito de ella. Es mi lugar, se prende el micrófono y, además de trabajar, soy feliz. Aunque parece una frase armada, es así.

Tengo la posibilidad además de ser escuchada y de ser vista mediante las redes sociales y es algo que se naturalizó inmediatamente en mi ejercicio. Como dije antes, un poco ayuda el poder mostrarnos como periodistas -personas con nuestra subjetividad-. El contacto con el público es necesario, es nutritivo para la radio.

- Teniendo en cuenta la interacción permanente a través de las redes sociales, ¿percibiste alguna presión al tomar el rol de conductora?

- Durante el año 2019 se me presentó la oportunidad de conducir Berisso Ciudad en Radio. Lo veía como un desafío, en un año electoral y en una ciudad de intensa vida política, inmersa en contexto social y económico complejo.

Solo puedo decir que la satisfacción es enorme, ya concluido este ciclo. Aprendí mucho más, crecí, superé dificultades e identifiqué aspectos a mejorar y dónde debo seguir creciendo. Creo que la ambición de superarse es uno de los grandes motores.