
Luego de cumplirse un mes de gestión del nuevo gobierno de Alberto Fernández, surgió la iniciativa de los ex funcionarios y dirigentes sociales que se encuentran privados de su libertad, por querer recuperar su vida normal, tal como lo hacían hace 4 años.
La época del kirchnerismo, con Cristina Fernández a la cabeza, dejó un tendal de corrupción y de presos políticos, en donde Mauricio Macri y la justicia hicieron foco en su gobierno y se encargaron de actuar.
Una vez finalizado el periodo de Cambiemos, las figuras con complicaciones judiciales, su entorno, referentes políticos y sociales, periodistas militantes y demás, dieron inicio a una campaña de “dejar en libertad” a todos los presos.
Ahora bien, Alberto no estaría muy de acuerdo en que salgan libres y dejen atrás el ámbito carcelario, ya que la opinión pública es muy fuerte, las pruebas, los procesos judiciales y el presente de su gestión, le caería en contra.
Muchos se preguntan qué debería hacer el presidente y si realmente Amado Boudou, Milagro Sala y otros más, son presos políticos o detenidos por su condición política. La interna es muy grande, el debate es fuerte, y la presión por una u otra definición, es clave. Mientras, tienen que seguir tras las rejas y cumplir con el proceso judicial.