En diálogo con NOVA, contó su experiencia de tomar clases en el pueblo de Monteros cuando tenía apenas ocho años. Para llegar a las clases, jamás lo frenó nada, ni la lluvia, ni el frío, ni el calor. Fue así como aquel niño prodigio de la canción, se recibió de profesor de guitarra a los doce años de edad.

Al poco tiempo estaba ganando el festival de su pueblo, al que también llegó en bicicleta y con la guitarra sin funda, y como si nada, se subió al escenario e hizo delirar al público presente. Fue reconocido frente a una multitud, por su interpretación y condecorado como Revelación Musical.

Unos años más tarde y movilizado por la pasión que le generaba la música, Gastón llegó a la Ciudad de Cosquín, donde cantaba en el lugar en el que fuera posible, por el dinero que le dieran.

Hasta que en uno de esos tantos shows en la vía pública, el integrante del grupo folclórico “La Chacarerata Santiagueña”, Aurelio Segundo Gramajo, supo ver el tremendo artista que había en Gastón, convirtiéndolo en integrante del staff. Unas noches después, se retiraban del Festival de Cosquín engalanados y viajaban a Roma por compromisos musicales.

Gracias a la exigencia de sus compañeros y a su garra, Gastón le contó a este medio que terminó sus estudios secundarios como abanderado, luego estudió francés, idioma que aplicó en sus giras alrededor del mundo (ha viajado por más de sesenta países), sobre todo en Europa.

Este año, Gastón Pavesi se consolidó como el baladista más grande América con su canción “Tus lágrimas ya no me importan”, estando al mismo nivel que José Feliciano y Carlos Torres Vila.

Gastón Pavesi, cantautor argentino y orgullo nacional, conserva su educación, su buen corazón y su humildad. Pasó por NOVA e iluminó los corazones de todo el público presente, que disfrutó de una hora de show. Música de la buena. ¡Gracias!