Avellaneda: trabajadores denuncian a una distribuidora por despidos arbitrarios e irregularidades en los pagos
Trabajadores despedidos de Weyedaex SRL, empresa dedicada al rubro de distribución de frescos y congelados de Avellaneda, se manifestaron desde las primeras horas de este martes 10 de noviembre para pedir a la patronal la reincorporación a sus puestos y que acaten la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
La protesta consistió en un corte sobre calle Paraguay a la altura de Piñeyro de la mencionada localidad bonaerense, donde se encuentra la empresa. Con bombos, carteles y acompañados por una delegación del Sindicato de Empleados de Comercio de Lanús y Avellaneda (Secla), denunciaron el despido arbitrario y sin previa notificación de unos 9 trabajadores y la falta de voluntad de diálogo por parte de los dueños.
#Ahora Continúa el reclamo en la empresa Weyedaex SRL en Paraguay 354 de Piñeyro tras el despido de 9 trabajadores y la falta de voluntad de diálogo por parte de los dueños. @InfoGremiales @SindicalFederal @AgenciaTelam @AgenciaElVigia @SurPortal @FMSecla1061 @enlamiraradio pic.twitter.com/Pr1BN1EfCK
— SECLA (@secla_ok) November 10, 2020
Es más, la empresa se negó a recibir la notificación del Ministerio de Trabajo para la audiencia de conciliación fijada para este miércoles 11 al mediodía. Esta situación tiene muy preocupados a los empleados que denuncian el abuso de la patronal.
Andrés Bogado, secretario de Asuntos Gremiales del Secla, indicó a NOVA que recibieron varias denuncias por parte de los trabajadores, “quienes indicaron que la empresa les hacía firmar recibos de sueldo por equis cantidad de dinero, pero que les pagaban menos”. Además, señalaron que tenían exceso en las jornadas de horarios, entre otras irregularidades.
Esa situación llevó al Secla a pedir una inspección de rutina a Weyedaex SRL, pero, llamativamente, cada vez que iban, la empresa siempre estaba cerrada y nadie les atendía ni les daba razón de los administradores, hasta que, finalmente, pudieron ingresar en coordinación con los trabajadores.
A raíz de esa inspección, la patronal tomó represalias y empezó una brutal persecución a sus empleados, “una cacería de brujas”, despidiendo en primera instancia a dos trabajadores de manera arbitraria. Una semana después, echaron a dos trabajadores más sin ninguna explicación.
La situación empujó a los trabajadores a realizar una medida de fuerza el viernes 6 de noviembre en las afueras de la distribuidora. La respuesta de la patronal fue despedir más gente y el sábado 7 de noviembre echó a 5 empleados más. Todas las desvinculaciones siempre fueron verbales, nunca con telegramas de aviso previo, tal como señala la ley laboral.
Así las cosas, los empleados esperan con ansias la audiencia de este miércoles y piden “que la empresa no siga con las represalias, despidiendo al personal de manera indiscriminada, persiguiéndolas por su afinidad con el gremio”, refirió Bogado.