Concretamente, denunciaron que “disfrazado en las tecnologías”, ese tipo de transporte está destruyendo “nuestra fuente de trabajo y, como si fuera poco, las utilidades de estas empresas son enviadas fuera de nuestro país, evadiendo todo tipo de impuestos”.

En ese marco, cuestionaron “la falta de respuestas concretas, la inacción y la pasividad” del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, así como también el incumplimiento de las medidas dictadas por la justicia. “Vemos un incremento significativo del transporte ilegal en la ciudad, burlándose de todos nosotros”, señalaron.

Asimismo, se quejaron porque mientras los taxistas deben cumplir con todas las normativas, reglamentaciones, cargas tributarias y leyes laborales vigentes, “estas apps ilegales evaden todo y no pagan nada, por lo cual, se nos hace imposible subsistir a la legalidad”.

Así las cosas, los taxistas buscan terminar de una vez por todas con “estos buitres extranjeros, que engañan y les roban el futuro a los argentinos, llevándose puesto con este modelo de negocio las jubilaciones del mañana y toda la economía formal”, se despacharon.

Por eso es que convocaron a todo el sector a plegarse a la jornada de protesta en los diferentes puntos y paradas de CABA y ciudades del país para exigirle a los gobiernos que apliquen medidas duras para eliminar ese tipo de transporte.

Por su parte, el head regional para Uber Cono Sur, Felipe Fernández Aramburu, expresó que "hay lugar para todos en la Ciudad", y agregó: "En este último tiempo, quedó más claro que nunca que hay necesidad de una visión de movilidad urbana que incluya a los taxistas y a las más de 75 mil personas que eligen manejar con Uber para generar ingresos. Y a peatones, ciclistas, colectiveros, viajeros de todas las formas y todos los recorridos".

"Los beneficios de la tecnología tienen que estar al alcance de todos, con reglas que prioricen la inclusión y pongan en el centro a los usuarios", concluyó Fernández Aramburu.