De esta manera la gobernadora María Eugenia Vidal profundiza el endeudamiento de los bonaerenses que en los próximos cuatro años deberán enfrentar vencimientos millonarios, y un aumento desmedido de la deuda como consecuencia de la devaluación por la decisión del ex ministro de Economía de la provincia, Hernán Lacunza, de dolarizar la cartera de títulos públicos.

Solo el año que viene los pagos ascienden a 125 mil millones de pesos y si bien una parte podría renegociarse, el grueso de esa deuda deberá ser cancelada por la próxima administración, que llegará al gobierno con acceso muy limitado al crédito internacional debido a los incumplimientos de Argentina con el FMI.

Vale recordar que uno de los caballitos de batalla discursivos de Vidal en el inicio de su gestión fue que había recibido una provincia "quebrada", sin embargo aumentó la deuda pública en volúmenes muy difíciles de alcanzar para un Estado que no puede mostrar solvencia para enfrentar los futuros vencimientos y un importante nivel de desendeudamiento.