El apuntando en esta oportunidad, nuevamente, es el director subalcaide de la Unidad Penal 11, Ismael Luján: “Si sos mujer y no le mandás fotitos sexy que él te pide por WhatsApp o calentoneas con él, te trata peor que a un preso”, sostuvo la persona denunciante.

En esta misma línea, “si sos varón y no le chupás las medias, no le hacés mandaditos fuera de horario o le traés yerba para su mate (porque ni eso trae el croto) te trata re mal”, agregó la fuente, la cual no se puede revelar por cuestiones obvias y posibles represalias.

“Ahora él solo está como directivo de toda la Unidad Penal. Es impresionante el hostigamiento que recibimos los que no somos de ‘su entorno’, como dice él”, explicó esta persona a NOVA. Y añadió que “las condiciones en que se trabaja son horribles”.

“Por ejemplo, si no le gusta la cara de alguien, la persigue intentando perjudicar y busca sancionar por pavadas”, explicó y también detalló que “muchos y muchas se van acomodando con los directores, le traen bolsitas de mercadería de las elecciones, por ejemplo. Lo llevan a Uruguayana en sus autos particulares, cosas así”.

Anteriormente, NOVA había publicado que los jefes de las cárceles tenían como un sistema de rotación de jornadas y, por lo tanto, tenían semanas alternadas: siete días de trabajo por siete de descanso. Esta nueva fuente confirmaría dicha situación: “A la gente que está cerca suyo les da de todo, permisos, ¡no quieren trabajar, y no van!”, aseguró.

“Las mujeres que no entran en su jueguito, las trata mal, les recarga de trabajo, no autoriza nada si no es para su gente, sus ‘gatos’ como dice él”, agregó el informante. En tanto que ahora Soledad Blanco y Ludmila Sogari, ocuparían los flamantes puestos de subadjutores auxiliares, quienes por ende estarían reemplazando a los anteriores: Mario Torres y César Paredes.

“Son todas jefas porque el director las lleva a su lado y las apaña dándole poder para que hagan y deshagan. Y la gente que no se alía con ellos y con el director, la pasa muy mal”, explicó nuestra fuente.

Por último, también aseguraron a este medio que “nunca se habló del acoso del anterior director subalcaide Juan Bautista Delgado, que varias veces acosó a las (trabajadoras) femeninas y a la que se negaba a estar con él, le hacía la vida imposible laboralmente. Y lo mismo hace este director Luján, muchas no denuncian por miedo a perder el trabajo”.

Esta es una historia de no acabar y se le siguen sumando nuevos capítulos que, seguramente, se ampliarán en el futuro.