“La elección no sucedió”, repite el presidente a modo de slogan. Pero lo curioso es que, no solamente que sí sucedió, sino que además el oficialismo recibió un duro golpe en las urnas. De allí creció la necesidad de negar los resultados y pegar un giro en el timón de la campaña para encontrar una salida decorosa e intentar achicar la brecha.
Las PASO del 11 de agosto pasado reflejaron que la realidad, a pesar de que se oculta constantemente, es más fuerte que el marketing. Una sociedad cansada de los aumentos, de los tarifazos, de la suba del dólar, de la inflación, del desempleo, de la pobreza, de las mentiras y de las falsas promesas se expresó a través del voto.
Lejos de acusar recibo del golpe, Mauricio Macri y compañía prefieren aferrarse a esa frase. Lo cierto es que el equipo de campaña, con el jefe de Gabinete Marcos Peña a la cabeza, no encuentra respuesta y, sumado a las encuestas que vaticinan que la diferencia no solo que no se achicaría, sino que se estiraría, provocan desconcierto en la Casa Rosada.
Por eso, con la mira puesta en octubre, algunos comenzaron el operativo “sálvese quien pueda”. Los principales que lo encararon son los intendentes de la provincia de Buenos Aires que además de despegarse de la figura presidencial, también borraron de su cartelería a la gobernadora María Eugenia Vidal, luego de la derrota sufrida a manos de Axel Kicillof.
El último manotazo de ahogado que ensayarán desde el gobierno es la marcha del “Sí se puede”, convocada por el propio Macri a través de las redes sociales pero que, ya de por sí, encierra una mentira más: se promete recorrer 30 ciudades en 30 días, pero omitieron el detalle de que el calendario electoral prevé la veda, por lo que no llegaría a concretarse.
El mundo ya empezó a soltarle la mano a Cambiemos, pero sobre todo al presidente. Internacionalmente están esperando una transición ordenada, algo que está por verse, ya que, luego del triunfo del Frente de Todos en las primarias, el 12 de agosto pasado, el país fue un caos por el supuesto castigos a los argentinos por “votar mal”. Habrá que esperar qué sucede de acá hasta el 10 de diciembre.
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