Entre periodistas
Un medio distinto

Anécdotas e historias: Centrofobal, un sitio deportivo que muestra una mirada diferente del fútbol

Francisco Clavenzani, uno de los periodistas fundadores del medio Centrofobal. (Foto: Ximena González - NOVA)
Francisco Clavenzani, uno de los periodistas fundadores del medio Centrofobal. (Foto: Ximena González - NOVA)
Francisco Clavenzani, uno de los periodistas fundadores del medio Centrofobal. (Foto: Ximena González - NOVA)
Francisco Clavenzani, uno de los periodistas fundadores del medio Centrofobal. (Foto: Ximena González - NOVA)
Francisco Clavenzani, uno de los periodistas fundadores del medio Centrofobal. (Foto: Ximena González - NOVA)

En una nueva entrega de “Entre Periodistas”, el corresponsal de NOVA, Julián De Martino entrevistó a Francisco Clavenzani, un joven periodista que es uno de los fundadores del medio Centrofobal, donde se cuentan historias y anécdotas ligadas al fútbol desde un costado diferente a lo común.

- Comentanos, para aquellos que no saben, ¿qué es centrofobal?

- Es en principio un medio que están en la web, es un medio autogestivo que nació con un grupo de periodistas amigos, la mayoría egresados de la ciudad de La Plata, en donde con la idea de poder ir a cubrir el Mundial de Rusia 2018; de una manera diferente en lo que respecta a las coberturas del día a día, sino que más vender el color y todo lo que concierne de alguna manera y rodea al fútbol es que terminó proyectándose el portal y que actualmente sigue vigente. El lema es contar historias, con fútbol. Es decir, el fútbol como protagonistas y como excusa también para poder proyectar otro tipo de historias que se reflejan en entrevistas, historias de vida. En lo que respecta al Mundial muchas historias de las ciudades, y la historia de Rusia y sus alrededores. Estamos muy contentos por como ha ido creciendo el portal, teniendo en cuenta que es justamente un medio autogestivo.

- La idea, entonces, no es que sea un portal netamente informativo.

- Exactamente. Ninguno de nosotros trabaja diariamente para el portal, sino que es un espacio de reflexión, de una mirada quizás más crítica de todo lo que tiene que ver con el nuevo periodismo o con crónica de largo aliento, en donde no trabajamos con lo que específicamente se da en la agenda, sino que generamos un contenido propio y que también habla y refleja otras historias del fútbol que quizás a los medios hegemónicos no les interesa y a nosotros nos gusta contar como historias de vida de un montón de personajes que han salido y que se pueden disfrutar en la web.

- ¿Cómo fue la experiencia de viajar al Mundial de Rusia y trabajar para Centrofobal?

La realidad es que fue muy lindo. Cada uno de nosotros tenía a Centrofobal como un portal de referencia y de nicho en donde nosotros hacíamos y contábamos las historias que queríamos contar y, además, para solventar el viaje y algunos gastos, trabajamos para otros medios, con salidas donde se contaba el día a día. Lo que tuvo que ver con Rusia, nos abocamos mucho a las historias de vida de personas de ahí, lo que tiene que ver con la historia rusa, que es fascinante cuando uno va adentrándose y conociendo. Fue linda la experiencia, las primeras horas, con el cambio horario se nos dificultaba, escribíamos de noche y la verdad que cuando uno va a un viaje así, nos teníamos que cocinar, lavar, conocer, escribir y fue una experiencia única; porque además fue con amigos y haciendo lo que realmente nos gusta. Por suerte tuvieron impacto en nuestros lectores y nos valió la posibilidad de ser premiados por Tea como un medio autogestivo por el trabajo que habíamos hecho y también una de las integrantes, Andrea D'Emilio, como cronista mujer en la cobertura del Mundial. Son experiencias que son obviamente satisfactorias.

- ¿Cómo surge la idea? ¿Específicamente surge para ir al Mundial de Rusia o tiene un antecedente?

- En el año 2012 junto a Félix Mansilla, que también integra el portal, hicimos nuestra tesis de grado con Centrofobal que era una revista literaria de fútbol. Ese nombre nos quedó picando siempre, tuvimos la idea de poder llevarlo a cabo. Obviamente que, por las dificultades, por los cambios de hábitos, lo que tiene que ver con una revista no era lo más fácil de poder salir a vender o producto también de nuestras incapacidades como periodistas y no tener la parte lucrativa. Cuando se concretó la ida a Rusia, que la programamos con muchísimo tiempo de anticipación, con el grupo de amigos con los que fuimos, terminamos dándole fuerza a esto que es "Centrofobal, historias con fútbol", en donde no contamos historias del día a día, ni nos preocupamos por cómo va a jugar el equipo o si se lesiona un jugador, sino que sin ningún tipo de agenda vamos contando diferentes historias que tienen al fútbol como protagonista.

- Me imagino que por lo que pasó últimamente en la ciudad de La Plata, con la llegada de Diego Armando Maradona a Gimnasia, deben tener varias historias para contar

- Maradona en sí mismo es una pestaña nueva que hay que armar para lo que es Diego. Yo me autodenomino maradoniano, así que se viven sensaciones lindas de tenerlo en la ciudad, de poder tener historias alrededor de él. Por el momento hemos contado tres historias: una de un hombre que le hizo una pintura, que se la quiere entregar y que tiene más de 800 retratos pintados. También sobre lo que eran las largas y eternas filas para hacerse socio y también el día a día de como Maradona puso una burbuja y que se hablaba monotemáticamente de Diego Armando Maradona, donde el dólar pasó a un segundo plano, donde cuestiones que pasan a diario en nuestro país dejaron de existir para hablar en la ciudad de La Plata de Maradona y que las dos veces estuvo en el estadio Juan Carmelo Zerillo dio tela para cortar, así que estamos trabajando en contenidos que reflejen el paso de Maradona por la ciudad.

- Centrobal tiene otra lógica, que no es la habitual del periodismo, ¿cómo analizás la profesión en la actualidad?

- La mayoría de nosotros, los periodistas, tenemos la dificultad de poder vender u ofrecer lo que sabemos hacer. Eso es una realidad, nos enfocamos mucho en lo periodístico y no en cómo venderlo; es una falencia que muchos de nosotros. La profesión no está en un buen momento, se han perdido un montón de puestos laborales en los últimos años que eso también afecta; y sobre todo lo que significa la precarización laboral, en donde el periodista además de poder hacer una nota o escribir, tiene que saber filmar, tiene que saber sacar fotos. Cada vez se van añadiendo más cuestiones que uno tiene que aprender e incorporar en la vida diaria para poder subsistir, porque la realidad es que más allá de los que trabajan de operadores mediáticos, el que trabaja de periodista en la calle o en una redacción, tiene que subsistir haciendo malabares con un montón de cosas. Ahora en las redes sociales, donde también se le quita el trabajo a otro, el que saca fotos pierde su trabajo. Esto afecta a toda la red laboral y también a la producción, con las redes es la instantaneidad, es quién lo dice primero y eso afecta a la calidad del periodismo que hoy por hoy tenemos en muchos portales. Por suerte hay muchos lugares en donde se respeta lo que tiene que ver con el periodismo gráfico que para mí es quizás el más emblemático y el más difícil de poder llevar a cabo, en donde una crónica te puede llevar cinco o seis días, consultar fuentes, y en donde en algunos medios, se paga como monotributistas y muy mal. Entonces hay cuestiones desalentadoras que por supuesto afectan a la profesión y que se ven reflejadas en la calidad. Más allá de que tenemos potencial, hay buenos periodistas, pero el día a día te termina agotando muchas veces.

- Más allá de Centrofobal tuviste la oportunidad de hacer un libro sobre Unión de Santa Fe, ¿Cómo fue esa experiencia?

- Hace ya casi cinco años surgió la iniciativa de poder hacer un contenido, que en principio no iba a ser un libro, acerca de un partido épico que jugaron Unión y Colón en el año 1989, que los dos equipos estaban en la B Nacional, Unión había descendido en el 88 y se encontraron en una final para ver quién ascendía. Fueron dos finales, ida y vuelta el 22 y 29 de julio del 89, en donde Unión gana dos a cero en la cancha de Colón y luego uno a cero. Se da toda una historia particular en cómo fueron esos 416 días desde el día en que Unión desciende en cancha de Boca jugando un partido desempate contra Racing de Córdoba y termina asciendo ese 29 de julio. Son los pormenores con los protagonistas, después de tantos años en donde el fútbol es tan hermético y se respetan tantos valores, pudieron ventilar algunas cuestiones que pasan en todos los grupos humanos; desde un conflicto o una pelea, o cuestiones trascendentales que tuvieron reflejo en ese libro que la verdad que fue una alegría enorme poder llevarlo a cabo porque es muy difícil. Por suerte uno tiene el apoyo de la familia con sustentos, con gastos, y también el apoyo del club. Salió ese producto que es un placer poder haberlo hecho.

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