De registrarse esa situación, los farmacéuticos no solo no podrán proveer los medicamentos a los afiliados de IOMA, sino que en algunos casos tampoco podrán disponer de los mismos para su venta a particulares, debido al sistema de comercialización de dicha industria en la provincia de Buenos Aires.

A pesar del atraso en los pagos, “tratamos de dar el mejor servicio y analizar las alternativas para que los pacientes puedan acceder a los medicamentos y que no pierdan sus tratamientos. Por eso, a pesar de los atrasos seguimos atendiendo”, explicó Claudia Slezack, vicepresidenta del Colegio de Farmacéuticos.

Según los profesionales, la respuesta de las autoridades de IOMA es siempre la misma: “Ya está por salir”, dicen cada vez que se reclaman los pagos, por lo que consideran que la falta no es de recursos sino de voluntad política para resolver una situación que podría afectar a miles de empleados públicos de todo el territorio bonaerense.