Lo raro de todo esto es que Watson no registra en la historia laboral, según manifiesta Anses y AFIP, su desempeño en la intendencia de Florencio Varela. Justamente el que tendría que dar el ejemplo, no está registrado. Hablando en criollo, el tipo está en negro.

Se puede decir que este personaje es como un fantasma porque no aparece en AFIP, IOMA ni Anses, y no está como persona física, nada. Solamente surge el nombre de él en ARBA, encontrándose en Categoría 2, con una deuda que va de los 4500 a 10000 pesos.

En cuanto a su consumo de tarjeta de crédito, posee un gasto de 90 mil pesos, correspondiente al plástico del Banco Galicia y de Buenos Aires. En esa línea, para el sistema financiero, si Watson quiere pedir un crédito, el scoring de él señala que no se puede determinar el nivel socioeconómico, ya que no tiene actividad en la AFIP y está en negro, pero sí gasta un dineral en tarjeta. Raro.

Sobre las propiedades, cuenta con 2 casas, una de 320 metros y otra de 400 metros cubiertos, las dos ubicadas en Florencio Varela.

Su mujer

La esposa se llama Mariana Andrea Bruzzone, se dedica a la docencia en instituciones privadas, posee cuatro vehículos a su nombre, entre los que se encuentran dos vehículos Ford, un Fiat y un Peugeot, alcanzando un valor de más de 2 millones de pesos.

Ella desempeña sus funciones en una sociedad compuesta junto a dos mujeres más, María de los Ángeles Lorefice y Mariana Cecilia Calvi. Bruzzone, aparece como empleada con un sueldo de 39 mil pesos, evitando pagar los impuestos a las ganancias, entre otras cosas.

Además, cuenta con dos ART, una de esas es por Empleador Personal de Casas Particulares como si fuera doméstica. También registra Declaraciones Juradas como Trabajadora en Actividad. No tiene consumo de tarjeta de crédito, y está en ARBA con una deuda igual a la de su marido, en Categoría 2.

Sobre su situación ante la AFIP, aparece en la actividad de Ventas de Cosas Muebles, principalmente en la Venta al por Menor de Uniformes Escolares y Guardapolvos. Esto significa que todos los alumnos de la institución donde trabaja, compran esa indumentaria, estando obligados a hacerlo allí y no en otro lado. Como persona física no registra facturación, ningún balance y no tiene empleados.

Por su parte, como societaria del establecimiento educativo junto a las otras dos mujeres, ella es la presidente desde el 2007. Hasta la fecha nunca presentaron un balance, registran 22 empleados, las cargas patronales las pagan salteadas y la ART de los trabajadores está extinguida por falta de pago.

Alto prontuario

Allá por el año 2016, el secretario de Gobierno de Florencio Varela, Andrés Watson, fue interpelado en el Concejo Deliberante por una denuncia de coimas en la policía comunal, a la que estaba bajo su directa y estricta responsabilidad.

Todo se inició con una denuncia que habría sido presentada por el dueño de una empresa de servicios de combis de la zona sur, quien, en su momento, aseguró ante las autoridades que dos funcionarios lo habrían coimeado. Se trata del director operativo y administrativo de la guardia comunal.

En otro caso, se le apuntó al intendente interino Watson, por una licitación millonaria para el Hospital El Cruce, principalmente para los servicios de limpieza y mantenimiento de áreas verdes, parques y jardines, con un claro amiguismo hacia las empresas que se presentaron.

Por otro lado, cabe resaltar que, en un informe de declaraciones juradas, donde 18 intendentes hicieron su presentación, en el caso de Watson, no señaló el valor de sus dos propiedades, esquivando el millonario número real.

De esta manera, se puede decir que nos encontramos ante una figura fantasmal que toma decisiones más que importantes y cumple un rol principal en Florencio Varela. Watson es y no es el intendente, algo tan raro como suena, pero muy real.