Luego de dos jornadas de extrema tensión que culminaron este jueves con un escrache al titular del IOMA, Pablo Di Liscia, por la falta de respuestas ante los reclamos de los prestadores médicos por los retrasos en los pagos de la obra social estatal, los empleados del organismo manifestaron preocupación por una directiva que podría tener como objetivo la destrucción de archivos sobre las deudas con los proveedores.

Información a la que tuvo acceso NOVA da cuenta de que este viernes las autoridades del Instituto dieron la orden de que se suspendan todas las operaciones del Sistema Integrado de Gestión y Administración Financiera (SIGAF), con el que se tramitan los expedientes de todos los prestadores. Pero además todos los empleados que utilizan el sistema fueron licenciados para el día lunes, por lo que no deberán concurrir a su lugar de trabajo.