Judiciales y Policiales
Cromañón sigue llorando

A 15 años de la cadena de corrupción que terminó con la vida de 194 personas

Un hecho sin precedentes que sigue derramando sangre. (Foto: NOVA).

Este lunes 30 de diciembre se cumplen 15 años de la tragedia de Cromañón, una de las masacres argentinas que quedarán en la historia de nuestro país por la profunda trama de corrupción y negligencia que la desencadenó, llevándose la vida de 194 personas en cuestión de horas. Si bien esa es la cifra oficial, muchos sobrevivientes murieron poco después, a causa de las secuelas en algunos casos; y en otros, porque no lograron superar el trauma y se suicidaron.

Aquella noche, en el boliche ubicado sobre la calle Mitre al 300, a pasos de Plaza Miserere, tocaba la banda de rock Callejeros, y 4.500 fanáticos acudieron para presenciar el show. Entre ellos, muchos menores de edad.

En la mitad de la primera canción, una bengala lanzada por alguien del público prendió fuego la media sombra que estaba instalada en el techo, se cortó la luz, y comenzó el horror. Gritos, cuerpos encimados, asfixia y las emanaciones tóxicas del fuego, que tuvieron un impacto mortal.

Miles de jóvenes atrapados en aquella pesadilla intentaron salir, pero la puerta principal de emergencia estaba cerrada con candado. A lo que se sumó que había ingresado al lugar el triple de la cantidad de personas para el cual estaba habilitado.

La mayoría de las víctimas murieron por inhalación de monóxido de carbono, y los cuerpos que los bomberos sacaban del local eran tantos, que no alcanzaban los recursos de la Policía ni de las ambulancias para asistir a todos, a pesar de la gran ayuda de los vecinos y gente que casualmente pasaba por el lugar.

Por supuesto que esta noche fatal fue consecuencia de una cadena de responsabilidades que no se cumplió, y que también estuvo teñida por actos de corrupción. La misma involucraba desde el gerente del boliche, Omar Chabán, hasta inspectores encargados de monitorear las condiciones del lugar, y funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires.

Por esta causa, en marzo de 2006, el ex jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, fue destituido de su cargo en un juicio político llevado adelante en la Legislatura de la Ciudad.

Luego de la tragedia, comenzaron a iniciarse múltiples demandas judiciales por parte de las familias, tanto a Chabán como a su mano derecha, Raúl Villareal. Los miembros de Callejeros fueron acusados de los delitos de estrago doloso seguido de muerte y cohecho activo, a pesar de que también perdieron amigos y familiares. Además fueron juzgados tres funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y dos miembros de la Policía Federal.

Si bien Cromañón tuvo cuatro juicios orales, que derivaron en 18 personas presas, entre ellos integrantes de la Superintendencia Federal de Bomberos de la Policía Federal por coimas a empresas, todos fueron recuperando la libertad. El único que continúa tras las rejas es el baterista de la banda, Eduardo Vázquez, aunque no por esa causa, sino por el femicidio de su pareja, Wanda Taddei, a quien prendió fuego causándole heridas mortales.

Omar Chabán fue condenado a 10 años de prisión, y murió entre las rejas, producto de una enfermedad; el mánager de Callejeros, Diego Argañaraz, a cinco; el líder de la banda, Patricio Fontanet, a siete y el subcomisario Carlos Díaz, a ocho años por cohecho pasivo e incendio doloso; además de funcionarios que recibieron penas menores.

En 2005, familiares y amigos de las víctimas y sobrevivientes de Cromañón crearon la ONG Familias por la Vida y el Movimiento Cromañón, que este lunes impulsan numerosas acciones en homenaje a los fallecidos.

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