En el centro de la escena se encuentran las demoras en la cadena de pagos y algunas retenciones y débitos realizados de manera incorrecta a las entidades médicas, pero también las denuncias que realizó la gestión anterior sobre el convenio vigente y la falta de certezas sobre el nuevo acuerdo que debió haberse firmado hace tiempo.

La denuncia contra el convenio que realizó el gobierno de María Eugenia Vidal tuvo que ver con la decisión de los médicos de cobrar un adicional sobre los bonos de IOMA para cubrir la falta de actualización de los valores de cada una de las prestaciones por parte de las autoridades del Instituto, lo que en términos estrictamente técnicos representa una "violación" del convenio vigente.

La nueva gestión no dio respuestas inmediatas al planteo de los profesionales, pero sí se asumió un compromiso para prorrogar el convenio en las condiciones actuales por entre 3 y 6 meses, y en ese lapso negociar el trazo fino del nuevo acuerdo, por lo que al menos por ahora las prestaciones de los afiliados del IOMA dejarían de pender de un hilo, como ocurrió en los últimos meses.