Provincia de Buenos Aires
Polémica en puerta

Una joyita: despidos, aprietes y persecución política, los puntos salientes de la gestión de Serenal en Lincoln

El intendente de Lincoln, Salvador Serenal. (Foto: NOVA)

Antes de fin de año el intendente de Lincoln, Salvador Serenal, parece dispuesto a terminar con todo resabio de oposición en las dependencias municipales, por lo que decidió profundizar la purga que ya había comenzado en el mes de noviembre, al no renovarle el contrato a por lo menos 20 empleados de la comuna que se quedarán sin trabajo a partir del 31 de diciembre de este año.

Pero además los despidos parecen seguir un patrón que tiene relevancia política, ya que varios de los despedidos fueron candidatos y/o son militantes del Frente de Todos y su desplazamiento se produjo sin que medie una explicación racional, sino simplemente por la decisión del jefe comunal de quitar del medio a referentes opositores.

Las cesantías se produjeron además en áreas sensibles de la gestión, como ocurrió en la delegación de bomberos de Bayauca, donde Yésica Pascuale, Yanina Martínez y Laura Martinez, fueron notificadas de que la comuna ya no necesitaría de sus servicios en las tareas de limpieza en las calles de su localidad, lo que cayó muy mal entre los vecinos de la zona.

Algo similar ocurrió con Carolina Martínez, que desde hace más de 15 años se desempeñaba en el área de Turismo y cuyo despido provocó en las redes social el repudio incluso de algunos vecinos que se autodenominaron "anti K", pero que le reconocían a la ahora ex empleada, su capacidad y compromiso con el trabajo que cumplía en la Municipalidad.

Y en noviembre se había denunciado que los despidos se realizaban además siguiendo procedimientos poco convencionales y en medio de "aprietes" para que los ex empleados no agrupen sus reclamos ni protesten ante la medida discrecional del intendente que ahora es, claramente, apuntada como "persecución política" no solo por los damnificados, sino también por las fuerzas políticas de la oposición.

Pero lo más escandaloso de todo fue la respuesta del jefe comunal que en los medios locales intentó justificar la decisión de dejar a decenas de familias en la calle explicando que "todos los meses no se renuevan contratos, como en cualquier empresa", sin hacer ninguna diferencia entre la gestión de la cosa pública y el manejo de una entidad privada con fines de lucro.

Y para que no queden dudas, puntualizó que "diciembre en un mes de balance, el municipio es una empresa, tuvimos un año difícil en lo económico y financiero" y remató asegurando que "siempre a fin de año hay gente a la que no se le renueva el contrato", para luego explicar que "hay gente que está en la planta política y se les respetó y renovó confianza para que continúen y desaprovecharon la oportunidad", casi admitiendo la motivación política de algunos despidos.

Según el relato de algunos despedidos, además de notificar sobre las cesantías, los funcionarios de cada dependencia desde hace semanas vienen hostigando a algunos de los empleados con el objetivo de que renuncien por su cuenta, lo que termina de conformar el coctel explosivo que está a punto de estallar en el municipio de Lincoln.

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