
Por Sergio Hugo Poggi (*)
El saqueo de las finanzas y el endeudamiento producido por el actual gobierno equivale en términos económicos a haber perdido una guerra y recibir sanciones al estilo tratado de Versalles. La situación además es similar en cuanto a la desazón producida en la población (Alemania terminó de pagar las reparaciones de la primera guerra mundial recién en 2010, algo parecido a nuestros bonos a 100 años).
Basta decir que la deuda pública total adquirida por el macrismo asciende hasta marzo de 2019 a más de 113.000 millones de dólares, sin tener en cuenta los intereses que genera, llevando de representar el 48,6 por ciento del PBI en diciembre del 2015 al 85,5 por ciento.
La transferencia de divisas del pueblo hacia quienes nos gobiernan y sus amistades es monumental, aumentando la deuda pública con los privados del 8 por ciento en 2015 al 30 por ciento en 2019, incluyendo además una fuga de capitales de más de 66.000 millones de dólares en poco más de 3 años.
Ante esta contundente realidad, resulta menester revertir esta lamentable situación desde el momento mismo de asumir el gobierno.
El tiempo de análisis, debate y propuestas es ahora y debe ser amplio y abarcativo. Realizarlo luego de ganar las elecciones es comenzar tarde, perdiendo un tiempo valioso. En éste contexto no sirven las propuestas de grupos cerrados o de iluminados individuales, debe comprometerse a todo el pueblo en esta tarea.
A modo de ejemplo y, como para comenzar el debate, propongo que en nuestro próximo gobierno se contemple lo siguiente:
-Creación del Consejo Nacional de Recuperación Nacional (o como deseen llamarlo), al modo del Consejo de Postguerra de Perón y teniendo como actores del mismo a representantes de todas las fuerzas políticas y sociales sin exclusiones, que deberá evaluar las acciones inmediatas a realizar.
-Elaboración de un Plan Trienal con amplio protagonismo popular y un Plan Estratégico de Nación a largo alcance monitoreados por una Comisión de Seguimiento y Readecuación del Plan. -La planificación fue un eje central de los gobiernos justicialistas y bien implementada permite un tránsito armonioso entre el caótico presente y un futuro venturoso permitiendo las variaciones coyunturales necesarias y evitando el derroche (económico, de tiempo y de esfuerzos) que genera la imprevisión-.
-Determinación de un Proyecto Nacional que tenga en cuenta no sólo a toda la población, sino también las realidades regionales y locales tendiendo a la unidad nacional y la integración latinoamericana y con todos los pueblos del mundo con que tengamos objetivos comunes, para lo cual, debemos tener un importante protagonismo en Relaciones Exteriores con el fin de consolidar a través de apoyos internacionales la posibilidad de liberarnos económica y mentalmente.
-Resulta imperiosa la sanción de una ley de imprescriptibilidad de los delitos económicos que involucren directa o indirectamente al Estado y a la función pública. Recordemos que esos delitos han ocasionado y ocasionan miseria y muerte en nuestros habitantes más vulnerables.
-Cumplir con el precepto Constitucional que sólo habilita al Congreso a tomar deuda, debiendo investigar la actual y fijar los lineamientos para endeudamientos futuros, impidiendo endeudarse para gastos corrientes o que alienten la fuga de capitales.
-Propender a lograr un Poder Judicial autónomo, impoluto, ecuánime y sin prebendas, en un plazo perentorio, tomando en consideración todas las posiciones al respecto.
Para que estas propuestas sean posibles, es imprescindible impulsar un cambio cultural, -materia pendiente y de difícil resolución tras tantas décadas de colonización en éste tema- siendo necesaria la Unión Nacional, ya que es impensable cualquier proyecto de país que no involucre a la gran mayoría de los argentinos.
El leitmotiv de nuestro próximo gobierno no debe ser, bajo ninguna circunstancia, el cómo pagamos la deuda generada por la actual administración, sino como nos unimos para lograr un país que nos contenga a todos y nos permita evolucionar individualmente en una sociedad que evoluciona a nuestro par, sólo así podremos revertir la actual situación de postración y decadencia.