
Por Maximiliano Mosdien, especial para NOVA
Cuenta una leyenda callejera que hacia el año 1790, en Francia, un grupo de amigos cansados de injusticias, desigualdades y corrupción por parte del monarca que en aquél entonces reinaba el País (Luis XVI), se juntan con la intención de ir a reclamar a éste que el pueblo estaba pasando hambruna, faltaban vacunas y ayudas sanitarias en los hospitales entre tantas cosas más.
Este grupo decidió un día dirigirse hacia el Palacio de Versalles dónde afuera, a un costadito, con algunos cartones escritos y alguna que otra cacerola vieja para hacerse escuchar, presentaban de forma eufórica sus reclamos ante el rey.
El rey, sin sentirse intimidado ni mucho menos, manda a algunos de sus súbditos a que los echen del lugar. Al pasar un rato, vuelve uno de éstos y le comenta al monarca que ya habían sido retirados a la fuerza. Éste contento por lograr sacar un estorbo a su paisaje cotidiano, dice:
- Muy bien, lo han hecho de una manera eficaz. Supongo que no eran muchos…
A lo que el súbdito (un poco atrevido) se anima a responder:
- Mi señor, con todo respeto. Usted tiene razón, no eran muchos; pero eran jóvenes.
Se dice que esta pequeña historia callejera es tan verídica cómo el decir que el cielo es azul. Para algún que otro colgado que no alcanzó a esos tiempos antaños de la historia política internacional, debe saber que acto seguido a esto se logró nada más ni nada menos que la Revolución Francesa.
Y es así, como hasta el día de hoy, grandes movimientos sociales llevan en su liderato a muchos jóvenes. La sociedad en movimiento siempre tuvo en su columna vertebral a chicas y chicos predispuestos, con ganas, empatía y la fuerza necesaria para afrontar cualquier tipo de desafío que se pusieran en frente.
El ámbito político no es ajeno a esto. Los diversos partidos cuentan en sus filas con un gran número de jóvenes que militan día a día tratando de contagiar de sus ideologías al resto de la comunidad. A lo largo de la historia podemos ver que fueron ellos, los jóvenes, los que han logrado mantener con vida a los partidos pero que sin embargo no han sido tenidos en cuenta a la hora del armado de una lista que enfrentaría una hipotética elección.
¿Por qué se da esto? ¿Falta de preparación profesional o simplemente no se les brinda el espacio? Hay que decir que, en primer lugar, en Argentina sólo 2 de cada 10 personas logran obtener su título universitario y, en segundo lugar, que el 19% de ciudadanos entre 24 y 35 años de edad tiene sus estudios universitarios completos.
Así es, un número un poco pequeño y hasta incluso alarmante. De todas formas, los jóvenes no logran encontrar su espacio para representar a la ciudadanía en un lugar de poder por medio de los partidos políticos. Hoy por hoy en el Honorable Congreso de la Nación alberga a 257 diputados nacionales dónde solamente 3 tienen menos de 30 años de edad. Sí, algo así como el 1,16% solamente. Ellos son: Martín Maquieyra (29) por La Pampa, Josefina Mendoza (26) por Buenos Aires, y Victoria Rosso (29) por San Luis. En siete provincias argentinas todos sus diputados son mayores de 40 años: Jujuy, Salta, La Rioja, Formosa, Tucumán, Catamarca y Chubut.
Pero algo está sucediendo, de a poco el viento comienza a soplar a favor de los jóvenes, o ¿es la misma sociedad que está pidiendo nuevas caras, personas con ideas y fuerzas renovadas? Podemos ver que en la Ciudad de San Juan Capital, para este 2019 cuenta con un precandidato a la intendencia con sólo 31 años, Martin Sassul.
En el Chaco también tenemos ejemplos como el concejal de Resistencia Rodrigo Ocampo que con 27 años asumió su mandato, o el de la diputada provincial Nadia García Amud que lo hizo a los 30 años de edad.
Cabe destacar que porcentualmente el electorado del padrón en concepto de jóvenes representa un poco más a la mitad. ¿Tendrá alguna incidencia este dato a la hora del confeccionado de listas por parte de los partidos políticos?
Por último, un pequeño pensamiento en voz alta: los jóvenes no sólo estamos para hacer bulto, repartir votos o colgar pasacalles. También tenemos ideas, propuestas, ganas de revertir situaciones y cambiar realidades. Sin duda alguna somos capaces y lo demostramos a través del tiempo que hoy… hoy nos está devolviendo un poco.