La situación mantiene empantanadas las negociaciones, ya que actualmente esos cargos están en manos del massismo, que buscará mantenerlos, mientras que Juntos por el Cambio considera que ambos lugares les corresponden y advierten que si el gobierno no cede con ese pedido no bajarán al recinto para tratar las leyes que ingresaron esta semana a la Legislatura.

El problema para Axel Kicillof es que el acuerdo con Sergio Massa está atado con alambre en la provincia, ya que los renovadores no recibieron ni las migajas en el reparto de poder ni en el gabinete ni en la legislatura, por lo que presionarlos para dejar además estos dos cargos podría generar nuevas fisuras dentro del Frente de Todos, a pesar de que se trata de lugares que le corresponden a la oposición y no al oficialismo.

La excusa en la oposición es válida y tiene que ver con el poco tiempo que tuvieron los legisladores para analizar los proyectos de emergencia, sus alcances y los objetivos del gobierno al solicitar esas medidas, sin embargo, el trasfondo de la cuestión en meramente político y hasta podría servir para que empiece a resolverse la interna de Juntos por el Cambio que tiene a María Eugenia Vidal y a Jorge Macri como principales protagonistas, con los radicales, por ahora, mirando de costado.