Los hechos ocurrieron a mediados de julio pasado, cuando el padre de uno de los uniformados quiso asesinar a Zarantonello a puñaladas. Lejos de tomar cartas en el asunto, los efectivos policiales dijeron que no vieron nada a pesar de que el agredido fue asistido por médicos.

Dijeron que no vieron nada. Inmediatamente después de la agresión, los policías lo bajaron de la ambulancia y lo tiraron de cara contra el piso, cuando ya tenía su nariz quebrada, motivo por el cual le dieron 7 puntos.

Posteriormente, Zarantonello estuvo 7 horas esposado en el patio de la comisaría (no un una celda, lo que le agrega ilegalidad al procedimiento). En ese interín, un uniformado con rango de capitán le pegó. Sobre la medianoche, el dolorense fue trasladado a un hospital, donde lo esposaron a la camilla y dos policías que figuran como custodia en el acta de procedimiento, comenzaron a pegarle y le desfiguraron la cara.

La Justicia también se manejó de manera insólita, sin tomar las medidas pertinentes. Julio inició una causa siendo el primer ciudadano que encabeza una demanda patrocinado por un defensor oficial.

Ante tantas irregularidades y malos tratos de los efectivos policiales, Zarantonello se presentará en la Auditoría General de Asuntos Internos de la Policía de la provincia de Buenos Aires, para que las de una vez tomen cartas en el asunto, y se terminen los atropellos hacia su persona.

Sin embargo, el vecino de Dolores asegura que desde el año 2017, el organismo siempre desoyó sus denuncias. “A mi entender, Asuntos Internos encubren a ciertos sectores de la Policía de Buenos Aires”, sentenció.