En una nueva edición de Entre Periodistas, recibimos en NOVA al colega Facundo Quiroga, de Realpolitik y Radio del Aire. En una charla amena sobre el ejercicio de esta profesión tan apasionante, nos contó sobre su recorrido, el amor por el fútbol y el rubro deportivo y su posterior desembarco en la prensa política.
- ¿Cómo llegaste al periodismo? ¿Qué es lo que te entusiasmó para estudiar y después dedicarte de lleno a esta profesión?
- Me gusta mucho el tema de los medios de comunicación y el poder que tenían en la sociedad, uno consumía bastante y a partir de ahí uno generaba sus propias conclusiones. Me gustaba el compromiso de informar que había en el periodismo y el compromiso de criticar también a ciertos poderes. Eso fue lo que me llamó la atención, en primer lugar. En segundo, yo soy muy futbolero, me apasiona el fútbol, no soy bueno jugando a la pelota, y quería estar cerca de ese mundo: así arranqué haciendo periodismo deportivo.
- ¿Qué era concretamente lo que hacías en ese tiempo en el mundo del periodismo deportivo?
- En principio empezamos haciendo un programa con amigos de la Facultad y después empecé a trabajar con Pablo Zaro en transmisiones deportivas, hacía vestuarios cubriendo a Estudiantes y a Gimnasia. Estuve tres años haciendo eso hasta que conocí a Santiago (Sautel) y empecé en lo que es Realpolitik.
- ¿Qué es entonces lo que te atrapó del periodismo político?
- Netamente fue lo económico, Santiago me hace una propuesta de empezar a hacer periodismo remunerado, yo estaba cubriendo el fútbol y no recibía recontribución alguna. Era por amor a la profesión. La política era un mundo totalmente desconocido, pero el oficio era el mismo: escribir, hacer una nota, preguntar, guardar fuentes. Y así empecé, me acuerdo que la primera nota que hago es una crónica sobre un basural que tenía una puntera, una manzanera, vinculada a la concejal Susana Gordillo. Armo esa nota y me llaman del despacho de la concejal. Ahí yo dije: “Epa. ¿Qué pasa acá?”. Yo no tenía noción del impacto que tenía ese medio en ese momento y debo reconocer que me asustó un poco, pero acá estamos hace doce años.
- ¿Cómo fue tu experiencia académica?
- Yo estuve estudiando en la Universidad Nacional de La Plata, en la Facultad de Periodismo. Hice hasta el ciclo común, los primeros tres años. Abandoné, trabajé de otra cosa, de lo que se te ocurra. Me anoté en una privada y terminé ahí, no soy licenciado soy periodista deportivo. Tengo la materia pendiente de terminar la Licenciatura algún día.
- ¿Cómo es tu agenda, tu jornada laboral?
- Arranco a las 8 de la noche preparando el programa que voy a hacer al otro día a las 7 de la mañana, es un informativo. Entonces voy viendo qué hay, con la producción me voy poniendo de acuerdo, pautando entrevistados o para abordar distintos temas. Estoy de 7 a 10 en Radio del Aire. Después me voy a Realpolitik, donde participo de un programa de radio con Fernanda Navamuel, soy columnista y co-conductor. Después me dedico a hacer pasillos de la Municipalidad, busco fuentes, busco información, y escribo para Realpolitik.
- ¿Qué es lo que más disfrutás en cuanto a formatos?
- Me gusta mucho la radio, es mi lugar en el mundo. Últimamente descubrí que tengo cierta virtud o me gusta mucho hacer editoriales, donde conjugamos información exclusiva, al andar haciendo pasillos de la Municipalidad te chocás con la realidad, mi fuerte es el periodismo político de la ciudad de La Plata. Y las editoriales apuntan a eso: a analizar, por ejemplo, la campaña de Julio Garro o analizar las estrategias que pensó Florencia Saintout para abordar el último tramo de la campaña, yo venía avizorando que no era la correcta. Lo descubrí por las respuestas que recibí, concejales o gente de la política me ha hecho devoluciones copadas y eso me incentivó a ir por ese lado.
- ¿Pensas que hay libertad de expresión en la Argentina? ¿Qué cambios pudo haber con el cambio de gobierno en relación al periodismo?
- Me parece que la libertad de expresión choca con una realidad nuestra que es la precarización laboral que tenemos. A veces no podemos escribir lo que queremos o no podemos expresarnos como queremos porque estamos sujetos a una línea editorial. Ahí es donde choca nuestra verdadera vocación de expresarnos porque estamos pegándole a un dirigente político y resulta que ese dirigente tiene un acuerdo comercial con la empresa que nosotros estamos trabajando. Entonces me parece que ahí choca la libertad de prensa con la libertad de empresa, y es una cuestión a profundizar: se puede dar batalla desde las redes sociales. Por ejemplo, en nuestros muros podemos expresar lo que pensamos, pero no los medios donde laburamos. Entiendo que sí, hay libertad, pero en algunos momentos más que en otros.
- ¿Algún hecho en concreto que hayas disfrutado como periodista?
- Un partido de la Selección Argentina, en cancha de River contra Ecuador. Una de las primeras transmisiones que estaba haciendo. Era la selección de Messi, Riquelme, Tevez, Verón, Crespo, eran todos unos cracks. Era “Coco” Basile el entrenador, un equipo maravilloso. Yo estaba muy nervioso y estaba con esa sensación de decir ‘qué bueno lo que estoy viviendo’. Tengo una deuda pendiente con el periodismo político, quien te dice entrevistar a un Presidente.
- Una reflexión: ¿qué es el periodismo para vos y si es un oficio o una profesión?
- El periodismo para mí es un oficio con ciertas capacidades intelectuales, en cuanto más leído sos, mejor periodismo vas a hacer, eso está comprobado. Que se prenda la luz roja y hablar sin titubear tiene que ver con el oficio, con la experiencia. En cuanto más inmerso estés en esos ámbitos, más fácil va a ser. Después hay que diferenciar al periodista del comunicador, que es más diplomático o universitario. El periodista es más de oficio, con experiencia de vida, una persona leída, con un compromiso patriótico si se quiere, me parece que es un servidor público. Nosotros llueve, truene, sea feriado, estamos informando, somos servidores públicos, lo tenemos que tomar como hombres de Patria. Hay dirigentes que dicen que hay colegas que hicieron mucho daño, eso es para reflexionar.