Por Alberto Lettieri, especial para NOVA
Octaviano de Túsculo nació en Roma en el año 937 DC y murió el 14 de mayo de 964. A los 17 años fue proclamado como Papa con el nombre de Juan XII. Era nieto de Marozia, una mujer de vida bastante convulsionada sexualmente, quien había detentado un poder absoluto sobre la Iglesia romana durante la etapa denominada como “Pornocracia”.
La etapa de la "Pornocracia" en la Iglesia Católica https://t.co/aNaSx2tjbB pic.twitter.com/CSUxi94cMv
— Agencia NOVA (@Agencia_NOVA_) May 11, 2019
Su llegada al puesto fue polémica, ya que era hijo ilegítimo de Alberico II y fue impuesto por su padre tras la muerte de Agapito II cuando tenía menos de dieciocho años, careciendo de toda formación y experiencia religiosa. Sus pocas aficiones conocidas en aquel momento eran relacionadas con los placeres del cuerpo.
Siguiendo las pautas impuestas por su abuela, el papado de Juan XII demostró escasa preocupación por mantener sus intimidades en la alcoba. Debido a esta falta de discreción y decoro, sus hazañas sexuales pasaron a convertirse en temas de dominio público, a punto tal de merecer el apodo de “el fornicario”.
Su pontificado fue considerado como uno de los más nefastos de la Iglesia Católica. La moralidad brilló por su ausencia y los escándalos eran moneda corriente. Juan XII era un apasionado por los juegos de azar, a los que se dedicaba con apasionamiento la mayor parte del día.
Durante su reinado, la residencia pontificia de Letrán se llenó de prostitutas, eunucos y esclavos, transformándose en un escenario de excesos y de orgías en el que el pontífice se movía con soltura y experticia. Ni siquiera se preocupaba de ocultar esas prácticas, por lo que se le acusó de sacrilegio y de diversos crímenes sexuales.
Su formación era tan deficiente que hasta ignoraba el latín, y utilizaba un vocabulario grosero y limitado, en el sobresalían sus juramentos por Venus o por Júpiter y brindaba por los amores del diablo. Llegó a ordenar a un diácono en una caballeriza y consagró como obispo a un niño de 10 años.
Desde el momento mismo de su asunción como Papa, con apenas 17 años, se reiteraron los rumores de violaciones e incestos. Y hasta se recomendaba a las mujeres que no acudieran a la iglesia de San Juan Laureano -su estancia habitual-, para evitar ser violadas por su Santidad.
La muerte de Juan XII fue tan agitada como su vida. La noche del 14 de mayo del año 964 fue asesinado a martillazos en su propio lecho por un marido celoso que lo encontró manteniendo relaciones sexuales con su mujer.