Por ejemplo, el hermano de Pablo Petrecca, Cristhian David -pastor evangélico- hace un año que posee alrededor de un millón de pesos en un plazo fijo, cuando en realidad cobraba desde la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, 24 mil pesos.

Si bien esto no prueba nada, cuando las papas hirvieron y comenzó a difundirse la noticia en todos los medios de comunicación y portales online, el mismo hermano del intendente de turno decidió postear un video donde explica la situación y dice haber vendido un departamento sobre la calle Libertad al 300, que identificó como “casa-vivienda única” familiar, porque le resultaba pequeño.

Lo más llamativo de su video es que no solo contaba con un departamento en la calle Libertad, sino que además poseía un dúplex de dos dormitorios con placard, calefactores en todos los ambientes, cortinas de black out, baño con ducha y muchas cosas más, en la calle Laprida 1162 de la ciudad de Junín.

Para que las sospechas comenzaran a disiparse, esa casa fue alquilada y entregada a un funcionario del intendente Pablo Petrecca, Walter Fabián Ledesma. Pero éste último terminó condenado a dos años de prisión por cumplimiento en suspenso en una causa de malversación de caudales públicos.

Cristhian quiso hacer algo que no hizo Báez: tener bienes y demostrar su dinero de esa manera y no tirarlo con bolsos por las iglesias. Pero se olvidó de que su hermano, figura política en Junín, es el intendente, por lo que la próxima debería ser más astuto.