Se trata de una empresa que al inaugurarse, el intendente Oscar Luciani junto a su propietario brindaron con champagne, discurseando sobre que se trataba de un orgullo tener a este emprendimiento a nivel local, por supuestas características de esa productora de golosinas panificadas y galletitas, pero rápidamente ante diferentes denuncias de malos tratos y presuntos abusos contra las trabajadoras, otra historia comenzaba a contarse.

Actualmente, según diferentes fuentes laborales, “los trabajadores no pudieron entrar, hubo 50 despidos, y parece que bajan las persianas para siempre”.

Hace apenas una semana, una sucursal de “esta empresa en la zona de Tortuguitas fue sancionada por el Ministerio de Salud, porque las partidas no estaban acordes a los niveles de grasas saturadas que tenían incorporadas en sus recetas, y esos productos fueron sacados de la calle, de los locales donde se vendían a precios irrisorios, y claro, fíjate el quilombo que tenían”, detallaron fuentes sindicales.

Lo cierto es que 50 trabajadores, 50 familias más, pasan a estar bajo la línea de pobreza a partir de este martes por la noche, ya que se quedaron sin su sustento, el que ya de por sí era muy complicado obtener, debido a sendas denuncias de “malos tratos laborales, sobre todo en contra de las mujeres que eran invitadas a tener algún tipo de prácticas para con sus jefes inmediatos para no ser despedidas”, además de “pagos en negro y contratos basura”, según detallaron diferentes fuentes, los que los trabajadores ante la falta de posibilidades laborales en la zona de Luján terminaban aceptando, porque al menos era un poco mejor que nada.