
En el mes de la conmemoración del Día Mundial de la Trombosis, el Hospital Universitario Austral da a conocer la importancia de informarse sobre esta enfermedad.
La Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia define al tromboembolismo venoso como la formación de coágulos de sangre o trombos que puede ocurrir a nivel de las venas profundas de las piernas, la pelvis o los brazos -afección conocida como “trombosis venosa profunda”- trasladarse a través de la circulación y alojarse en los pulmones, patología denominada “embolia pulmonar”.
La trombosis venosa es una condición clínica frecuente, con una incidencia de 1 cada 1000 habitantes. Origina las tres principales causas de muerte cardiovascular en el mundo.
— Bayer Cono Sur (@BayerConoSur) October 13, 2019
En el #DíaMundialContraLaTrombosis compartimos sus principales factores de riesgo. pic.twitter.com/vhGEKwJ8Vw
El tromboembolismo venoso puede suceder sin manifestar signos de alerta, incluso puede pasar desapercibido y no ser diagnosticado por un profesional. En cambio, los síntomas que aparecen pueden estar asociados con la trombosis venosa profunda o la embolia pulmonar.
Síntomas de una trombosis venosa profunda
- Dolor o sensibilidad, a menudo comenzando en la pantorrilla.
- Hinchazón, incluido el tobillo o el pie.
- Enrojecimiento o decoloración notable.
- Calor.
Síntomas de una embolia pulmonar
- Falta de aliento inexplicable.
- Respiración rápida.
- Dolor en el pecho (puede empeorar con la respiración profunda).
- Ritmo cardíaco elevado.
- Aturdimiento o desmayo.
¿Cómo se puede prevenir la trombosis?
- Haciendo actividad física.
- Abandonando el cigarrillo.
- Manteniendo un peso adecuado.
- Tratando de no estar sentado durante mucho tiempo.
- Adoptando una buena alimentación evitando las grasas, alcohol y azúcar.