Menopausia: alternativas para atravesar esta particular etapa de la vida de la mujer
Por la doctora María Lourdes Crespo (*)
La menopausia es un proceso biológico natural que marca el final de los ciclos menstruales. Se diagnostica cuando pasan 12 meses sin tener un período menstrual. Ocurre cuando los niveles de la hormona foliculoestimulante (FSH) aumentan y los de estrógeno (estradiol) disminuyen.
Si bien ese momento se puede ver afectado por factores genéticos o alguna enfermedad, por lo general no se necesita realizar exámenes para confirmarlo.
Suele producirse entre los 40 y 50 años. Se da en el marco de lo que se conoce como climaterio, es decir, un período que se extiende desde 2 a 8 años antes de la menopausia y hasta 2 a 6 años después de la última menstruación. Durante el mismo, se produce una disminución de la actividad hormonal que se manifiesta con algunos síntomas físicos como sofocos y otros de índole emocional. Estos pueden alterar el sueño, disminuir la energía o afectar la salud psicológica.
La menopausia puede darse en forma precoz, cuando la sintomatología aparece antes de los 40 años a causa de un déficit estrogénico primario. En este caso, no se trata de un proceso natural, por lo que una vez evaluada, se recomienda realizar tratamiento hormonal hasta la edad de la menopausia natural.
Después de la menopausia, aumenta el riesgo de contraer ciertas afecciones, por ejemplo enfermedad cardiovascular e hipertensión, osteoporosis, incontinencia urinaria, alteraciones de la función sexual y aumento de peso, entre otras.
Tratamientos y alternativas
Los tratamientos disponibles van desde ajustes en el estilo de vida hasta la terapia hormonal. Estos se enfocan en aliviar los signos y síntomas y en prevenir o manejar los trastornos crónicos que pueden producirse con el envejecimiento. Los más frecuentes son:
- Terapia hormonal con estrógeno. Es la opción de tratamiento más eficaz para aliviar los sofocos menopáusicos. Si bien su uso a largo plazo puede provocar ciertos riesgos de tener enfermedades cardiovasculares y cáncer de mama, comenzar a utilizar hormonas cerca del momento en que comienza la menopausia ha demostrado ser beneficioso para algunas mujeres. Es conveniente consultar con el médico para evaluar cada caso individual.
- Estrógenos vaginales, para aliviar la sequedad en la zona, administrados a través de una crema, una tableta o un anillo. Este tratamiento libera solo una pequeña cantidad de estrógeno y puede ayudar a aliviar las molestias al tener relaciones sexuales y algunos síntomas urinarios.
- Tratamientos para mejorar el estado de ánimo, los sofocos y las alteraciones del sueño, como antidepresivos en dosis bajas.
- Medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis, que ayuden a reducir la disminución de la masa ósea y el riesgo de fracturas. También se utilizan suplementos de vitamina D para ayudar a fortalecer los huesos.
Para elegir el tratamiento más adecuado, es recomendable que médico y paciente conversen sobre las opciones disponibles, y sobre los riesgos y beneficios de cada una. Esto debe reevaluarse todos los años, ya que las necesidades de cada paciente pueden cambiar con el tiempo.
(*) Especialista en Ginecología y Obstetricia, Clínica y Maternidad Suizo Argentina (MN 113.651).