NOVA Salud
11 de octubre

Día Latinoamericano contra la Obesidad: cómo hacerle frente a la enfermedad cuando afecta a los niños

La obesidad aumenta a nivel mundial entre los lactantes, los niños y los adolescentes.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la obesidad se define como la acumulación anormal o excesiva de grasa, la cual puede resultar perjudicial para la salud.

Esta situación, que afecta a todos por igual, se encuentra sufriendo un aumento a nivel mundial entre los lactantes, los niños y los adolescentes.

El organismo advierte que, en el caso de que se mantuvieran las tendencias alimentarias actuales, para 2022 existiría mayor población infantil y adolescente con obesidad que con insuficiencia ponderal (un peso por debajo del saludable).

Para prevenir esta afección -que deteriora tanto el estado de salud de los niños, como la educación y su calidad de vida- y promover hábitos alimenticios saludables, la licenciada Sandra Costa (MN 1.199), nutricionista del Área de Nutrición del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna, recomienda:

- Servir porciones con un tamaño previamente estipulado por un especialista.

- Reducir la alimentación basada en un consumo excesivo de grasas saturadas, azúcares refinados, harinas refinadas o golosinas.

- Cambiar las bebidas con alto aporte calórico por agua o jugos naturales.

- Incorporar cinco porciones de frutas y verduras de manera diaria. Pueden ser ofrecidas en el postre de cada comida y el resto de las porciones puede incluirse en el desayuno y/o la merienda (por ejemplo los licuados con leche), como colaciones a media mañana o media tarde, o jugos exprimidos. Por el lado de las verduras, pueden acompañar una porción de carne en cada comida ya sea como ensaladas, verduras cocidas, hervidas o grilladas.

- Incluir leche y productos lácteos bajos en grasa o descremados. Se recomiendan tres porciones por día, una taza, tanto en el desayuno como en la merienda, y una tercera porción que puede incorporarse a partir de postres (flanes, arroz con leche).

- Cambiar las golosinas por yogurts, frutas, ensalada de frutas, barras de cereal, galletitas con cereales integrales, alfajores a base de galletas de arroz, galletitas dulces en envases individuales (no solo se debe tener en cuenta el tipo de alimento, sino también la cantidad), frutas disecadas y frutos secos.

- Optar por carnes magras, aves, pescado, lentejas y porotos para ingerir proteínas.

A su vez, la licenciada Costa advierte que “los chicos pasan la mayor parte de los días inmóviles, sentados en el colegio y, después, mirando la televisión, frente a la computadora o los videojuegos durante varias horas”. Para revertir esa situación, recomienda:

- Practicar deportes como fútbol o natación.

- Dar un paseo por el barrio.

- Hacer concursos de baile.

- Volver del colegio caminando o andando en bicicleta, patines o monopatín.

- Jugar juegos que impliquen movimientos de los niños: caminar a paso rápido, correr para que no me alcancen, saltar la soga, etcétera.

“Con un enfoque multidisciplinario, apoyo de los padres y del equipo de especialistas, el niño podrá enfrentar la obesidad y tener una mejor calidad de vida”, concluye la profesional.

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