Política
Guerra sucia en los medios

Caputo descubre que la verdadera casta escribe columnas

Santiago Caputo, el principal estratega de Javier Milei, volvió a reaparecer este domingo para fijar las reglas de la nueva campaña electoral: la nueva casta ya no es la política, sino el periodismo. (Dibujo: NOVA)

Santiago Caputo, el principal estratega de Javier Milei, volvió a reaparecer este domingo para fijar las reglas de la nueva campaña electoral: la nueva casta ya no es la política, sino el periodismo.

En un posteo en X, Caputo, sobrino de Luis "Toto" Caputo, lanzó: "La batalla cultural no terminó, apenas empezó. Parte del statu quo es el periodismo. Una de las grandes transformaciones que hicimos fue decirlo. El periodismo no está exento de intereses. La política también se ordena cuando el periodismo es honesto".

De esta manera, el cerebro detrás de la campaña que llevó a Milei al poder, intenta tapar con un discurso reciclado la debacle de imagen que sufre el gobierno, corriendo el eje hacia los medios de comunicación, a los que ahora acusa de ser parte del problema.

El planteo de Caputo se da después de una semana particularmente mala para el gobierno, en la que la recesión económica, el salto de la inflación y el fracaso en el Senado del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70, dejaron a la administración Milei contra las cuerdas.

Lejos de asumir errores o de ofrecer respuestas, la estrategia oficial parece ser buscar nuevos enemigos a quienes responsabilizar, y los elegidos esta vez son los periodistas. Como si insultar o desprestigiar a la prensa pudiera revertir los efectos de una política económica que, por ahora, solo acumula costos para la sociedad.

La idea de atacar a los medios no es nueva y ya fue utilizada en otras épocas para blindar a gobiernos en dificultades. En este caso, Caputo la desempolva para montar un relato donde los periodistas serían parte de un supuesto "statu quo" al que el mileísmo, convenientemente, nunca termina de definir.

En ese escenario, toda crítica que provenga de los medios es automáticamente descalificada como parte de una operación, un ardid del sistema, o una traición a la revolución libertaria. Y cualquier periodista que señale errores o contradicciones del gobierno es rápidamente ubicado en el bando de "la casta".

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